El esfuerzo exportador de Cataluña se equipara a Alemania

La Cambra de Comerç vaticina para 2015 un crecimiento del 2,1% del PIB confiando que Europa se recupere

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El esfuerzo de las empresas catalanas, como ha ocurrido también en el conjunto de la economía española, ha sido enorme en los últimos años. La necesidad obliga, pero el tejido empresarial ha sido consciente de que la salida sólo podía pasar por el sector exterior, para, posteriormente, buscar también un incremento de la demanda interna.

Y ese esfuerzo, según la Cambra de Comerç, ha sido “equiparable únicamente a Alemania, que es una potencia mundial”. Lo asegura el jefe del gabinete de estudios económicos de la Cambra, Joan Ramon Rovira. En mercancias, “el aumento acumulado en 2014 es del 2%, como el de Alemania”, añade Rovira, que recuerda la situación de otras economías, como la francesa o la italiana, «ahora mismo estancadas». 

En el periodo entre 2009 y 2014 Cataluña se ha volcado en el sector exterior, con bienes y servicios, –teniendo en cuenta que el turismo ha cobrado, también, una enorme importancia–, en una evolución similar a la de Alemania. Ese esfuerzo de “competitividad” se podría ver truncado si las economías europeas sufren una ralentización, o, incluso, si entran en recesión.

Las empresas ganan músculo

Rovira espera que se trate de una situación “coyuntural”, principalmente en el caso de Alemania, y que en 2015 ese posible crecimiento europeo beneficie especialmente a la economía catalana.

El año se cerrará con un crecimiento del 1,6%, y en 2015 el crecimiento podría ser del 2,1%, por delante de las previsiones para el resto de la economía española y la Unión Europea, según la Cambra de Comerç. Su presidente, Miquel Valls, admitió este lunes que se podría pecar de optimismo, pero que el organismo empresarial debe valorar “las fortalezas” tanto de España como de Cataluña, que han podido superar una situación muy delicada.

El problema, sin embargo, es que ese esfuerzo para ganar competitividad se ha realizado con reducciones de plantilla, adelgazando una fuerza productiva que ha llevado a las empresas a “ganar eficacia”. Según Rovira, “han ganado músculo”, y deben seguir un camino ya trazado. “Se ha ganado competitividad, es cierto, pero no tanta, porque aunque se ha abordado una devaluación interna, no se ha devaluado una moneda, como ocurría en el pasado, cuando no se formaba parte del euro”. Es decir, hay que perseverar, según la Cambra.

La última parte del año, delicada

El hecho es que, según los cálculos de la Cambra, el crecimiento de la economía catalana será del 1,9% interanual en el tercer trimestre de este año, que es el dato más positivo desde que estalló la crisis en 2008. Serán, también, cinco décimas más que en el segundo trimestre.

En cambio, en el último trimestre las cosas se podrían ralentizar, con un crecimiento del 1,6%, aunque representaría seis décimas más que el primer escenario previsto. Ello se debe, según la Cambra, a un estancamiento en las exportaciones, y a un ligero descenso de la demanda interna. Pero en 2015, el crecimiento sería mayor, del 2,1%, teniendo en cuenta un crecimiento para la zona euro del 1,4% y del 2% para la economía del resto de España. “Esa es la previsión, si no se tuerce nada, y si lo que está ocurriendo ahora es únicamente coyuntural”, según Rovira.

Esos cálculos, claro, como todas las previsiones económicas, parten de algunos supuestos, o del comportamiento de diferentes factores. La Cambra cree que el consumo privado crecerá un 1,6% en 2014, y un 1,8% en 2015, pese a que el consumo público podría caer un 1,2% en 2014, y sólo un 0,2% en 2015.

Más exportaciones

Las exportaciones crecerán, finalmente, un 4% en 2014, y un 4,5% en 2015, y las importaciones lo harán en un 3,4% en 2014 y un 4,2%

En concreto, la Cámara prevé que el consumo privado crezca un 1,6 % en 2014 y un 1,8 % en 2015; aunque estima que el consumo público caerá un 1,2 % en 2014 y sólo un 0,2 % en 2015. 

Las exportaciones crecerán un 4 % en 2014 y un 4,5 % en 2015, y las importaciones lo harán en un 3,4 % en 2014 y un 4,2 % en 2015. Y lo más importante, el empleo crecerá un 0,5% en 2014, y un 0,8% en 2015.

La paradoja de la demanda interna

La Cambra, y todos los organismos internacionales, ven insuficiente ese crecimiento del empleo. Pero, tanto en la economía catalana como en la del resto de España, existe un problema estructural. Si se crece, si la demanda interna cobra fuerza, el déficit en la balanza por cuenta corriente también aumenta, porque se recurre a las importaciones.

¿Es un problema de la oferta, de que esas empresas que redujeron plantillas para poder competir, no han reaccionado cuando se anima la demanda interna? Hay economistas que defienden esa tesis. Para Rovira ese no es tanto el problema, como el hecho de que la propia industria local necesita importar para poder elaborar sus productos y exportarlos.

O, directamente, esa demanda interna recurre a productos y servicios de fuera. “Eso es estructural, siempre ha ocurrido”, asegura Rovira, que insiste en que el esfuerzo ha sido y es enorme, y que Cataluña, “en estos momentos es comparable a lo que ha hecho Alemania en los últimos años”.

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