Alcoa tardará seis meses en poner a pleno rendimiento San Cibrao tras la reactivación
El informe de sostenibilidad de la multinacional explica que el acuerdo con los trabajadores para vender la planta no se pudo cumplir porque el Gobierno rechazó la intervención de la SEPI
Alcoa habla claro. Al menos en los informes que hace públicos o que remite a la SEC. Uno de los que publicó recientemente, en mayo, es el de sostenibilidad, en el que recoge también los procesos laborales que se produjeron durante el ejercicio 2021.
Uno de ellos fue la huelga de la planta de aluminio de San Cibrao (Lugo), cuando los trabajadores pararon la factoría, con equivalente afectación para la de alúmina, presionando para impedir su cierre y garantizar la continuidad de la actividad. El relato deja claro que, según Alcoa, el acuerdo al que se llegó inicialmente con la plantilla para vender la factoría no se pudo cumplir porque el Gobierno rechazó que mediara la SEPI en la operación.
“En enero de 2021, llegamos a un acuerdo con representantes de los trabajadores para suspender la huelga con la condición de que iniciáramos un proceso de venta a la SEPI, que es una entidad del Gobierno. El Gobierno finalmente descartó la posible venta a la SEPI y la posición de Alcoa fue que se requiere una solución energética antes de contemplar cualquier venta a un tercero que no sea la SEPI”, explica la compañía.
La espantada del Ejecutivo era conocida, aunque la multinacional ahora lo pone negro sobre blanco. La solución al entuerto fue el plan de la compañía para detener la actividad de las cubas de electrolisis hasta enero de 2024 y, de esta manera, esperar a que amaine el precio eléctrico y lograr algunos contratos de suministro a precios más competitivos.
Seis meses de arranque
La reactivación de la factoría no será inmediata. Según explica Alcoa, desde que se pone en marcha el proceso de rearranque no hay un plazo exacto para que la planta pueda funcionar a su máxima capacidad, pues depende de “múltiples factores técnicos”. En todo caso, estima que debería estar a pleno rendimiento en unos “seis meses” dese el reinicio.
La aluminera ha descartado hace tiempo que pueda adelantarse el proceso, algo que pidieron inicialmente tanto los sindicatos como la Xunta. Los elevados precios de la energía obstaculizan esta posibilidad.