Las amistades peligrosas de ‘Goyo’ Gorriarán y Copasa

Desde la presidencia de Proinova, la financiera de VPO de Caixanova, Gregorio Gorriarán estableció lazos de sangre con Copasa en plena crisis

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No se movía un papel en Proinova sin que Gregorio Gorriarán Laza, Goyo, lo supiera. Así era la firma especializada en financiación de Viviendas de Protección Oficial (VPO) de Caixanova. El responsable de la caja viguesa fue presidente de Financiera Inmobiliaria Proinova SL hasta agosto de 2011, cuando Novacaixagalicia, la resultante de la fusión de las dos cajas gallegas, echaba a andar en lo que sería una efímera trayectoria.

Vida también corta para Proinova, ya que fue constituida en 2008 en solitario por la caja viguesa. Tenía un 100% de su capital, con Goyo Gorriarán como presidente, y nació con unos activos de 196 millones de euros, a pesar de que su valor neto en libros era de tan solo 3,2 millones. Proinova nació perdiendo dinero, y en un momento en el que la burbuja inmobiliaria había estallado.

Los vínculos de Gorriarán con Copasa

Las relaciones de Gorriarán con grandes constructoras que veían en la VPO una forma de amortiguar los problemas del ladrillo fueron una constante en aquellos años. Y una de ellas, la más grande de las gallegas no cotizadas, era Copasa, la firma ourensana presidida por José Luis Suárez.

Esas relaciones, que eran conocidas en el entorno de los ejecutivos de Novacaixagalicia, emergen ahora de la mano de un auto de procesamiento de la juez Carmen Lamela. José Luis Suárez, el presidente y y principal accionista de Copasa, se salva de la imputación al pedir la Fiscalía el archivo de la causa contra él y otros socios. Seis exdirectivos de Caixanova se sentarán en el banquillo por este quebranto, acusados de delito continuado de administración deselal.

La operación de Caixanova en Madrid

La magistrada concluye en su auto que Gorriarán y los otros ex directivos de Caixanova han provocado perjuicios patrimoniales a la financiera inmobiliaria Proinova SLU y a Caixanova, a favor de un grupo de empresarios de la construcción entre las que se encontraría Copasa y varias de sus filiales. Un informe forensic elaborado por PwC calcula esos perjuicios que se ha ocasionado a Caixanova en la operación final de compraventa de varias parcelas en Rivas Vaciamadrid por la financiera Proinova y la siguiente operación de venta de las parcelas a la sociedad Viviendas y Obras Civiles, que está controlada por Copasa.

En concreto, explica el auto, el perjuicio económico relativo a las parcelas 15b-1 asciende a 24 millones de euros y en cuanto a la distribución de la carga hipotecaria atribuida a la siguiente operación de compraventa con subrogación de las parcelas 15B-2 y 15B-5, sería de 15 millones de euros.

Al margen de los contratos

El auto también indica que el perjuicio patrimonial por condonación de intereses a Rivas ACI SL, también controlada por los socios de Copasa, y de forma adicional a sus avalistas, como resultado de la compraventa con subrogación de 22 de noviembre de 2010 realizada por Proinova, dado que se trata de retrocesiones no amparadas por el contrato de préstamos hipotecario, ascienden a 2 millones.

El perjuicio patrimonial en su conjunto para la caja viguesa ascendería de acuerdo con los cálculos realizados en el informe de análisis de esta operación a 41,8 millones de euros, según explica el auto.

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