Mas no quiere irse: «El problema no soy yo»

El president se da dos días más para negociar, pero ya plantea liderar una plataforma para las nuevas elecciones tras un mitin en TV3

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Artur Mas no se va. En ERC y en las entidades soberanistas, la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural, ya han surgido voces pidiéndole que dé un paso atrás y facilite un pacto entre Junts pel sí y la CUP. Pero el presidente no escucha esos consejos: «No me voy, porque el problema no soy yo», dijo este jueves en una entrevista en TV3 con los periodistas Xavi Coral y Tian Riba.

«No me agarro a la silla», añadió. Pero se agarra y se agarra con pegamento súper glue. Mas no ocultó que no piensa retirarse y que aspira a volver a ser candidato, si puede de una lista independentista conjunta. Si no es posible, lo haría como candidato de CDC ya sea con esa marca o con la nueva, Democràcia i Llibertat.

«La exclusión, acabará con el proceso»

¿Qué argumentó para no marcharse? Sostuvo que vetar a alguien es «excluir» y que el proceso independentista «no puede ser excluyente», pues tiene que conseguir aún más adeptos para superar el 47% de los votos que tiene en la actualidad. En consecuencia, Mas razonó que si se le margina a él, el proceso fracasará: «Vetar a alguien, destruye el proceso», subrayó.

Junts pel sí, la lista de Mas que incluye a CDC, a ERC y a las entidades sociales, y la CUP no han roto del todo. Siguen hablando. Este jueves se reunieron durante tres horas. Las conversaciones seguirán el viernes. Si llegaran a un acuerdo, el domingo se podría improvisar un pleno parlamentario e investir al president.

Reeditar la lista independentista

Pero el propio Mas dejó claro que ese escenario es improbable, casi imposible y dio por hecho que el lunes se verá obligado, pues la ley se lo impone, a convocar nuevas elecciones para el 6 de marzo. El president ya prepara el terreno para esa nueva situación, y utilizó para ello la plataforma de TV3 como mitin electoral.

Lo que quiere es reeditar la lista independentista y liderarla. Por eso, ha ofrecido a ERC que entre en el Govern, aunque esté en funciones, hasta que se celebren los nuevos comicios. Los republicanos ya han contestado que eso sería «un fraude democrático». Pero Mas no pierde la esperanza y, aunque es muy duro con la CUP, aplica guante de seda con Oriol Junqueras: «No puedo hablar mal de él, porque hemos trabajado mucho juntos», aseguró, aunque en su rostro se dibujaba otra expresión.

Junqueras quiere volar solo

Pero es difícil que Mas consiga esta vez que los republicanos le hagan caso. Junqueras, que superó a Democràcia i Llibertat en las generales del 20 de diciembre, sabe que puede ganar las nuevas elecciones y no parece dispuesto a dejar escapar esa oportunidad, por lo que es muy probable que se presente en solitario e, incluso, que siente las bases para formar un futuro Govern de izquierdas en alianza con la CUP y Podemos.

Mas no piensa tirar la toalla y por eso aprovechó la entrevista, que en realidad fue su segundo acto de campaña tras la rueda de prensa que ofreció el martes, para recordar sus logros, en particular, el pseudo referéndum que organizó el 9 de noviembre de 2014 que le ha llevado ante los tribunales, un hecho que lo ensalza ante sus electores.

Críticas a la CUP

También arremetió contra la CUP y contra Podemos a quienes, sin citarlos directamente, tachó de «populistas, demagogos e hipócritas» y lamentó que las «esperadas dificultades» con las que se encuentra el proceso, «no vengan de fuera, de Madrid, como esperábamos, sino desde dentro».

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