2.000 afiliados se inscriben en quince días para refundar Ciudadanos

Ciudadanos quiere volver de las vacaciones con el mayor trabajo posible hecho: la refundación del partido, anunciada por la presidenta, Inés Arrimadas, es el proyecto del que pende su supervivencia política, y a ello se han puesto todos los cuadros. El grupo designado para llevarlo a cabo, el llamado G-8, arrancó hace unos días sus trabajos, y según confirman fuentes naranjas a Economía Digital, en los quince días que lleva abierto el proceso ya se han sumando 2.000 afiliados para participar.

Los grupos de trabajo, liderados por el diputado por Málaga Guillermo Díaz -portavoz del equipo de la refundación- y la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís -coordinadora-, se reúnen todos los viernes. El proceso de escucha y de reilusión de este espacio ha empezado de puertas para dentro: de momento, prefieren poner a punto todo lo interno para volver en el nuevo curso con todo listo.

Las sensaciones, tal y como transmiten desde el equipo de Inés Arrimadas a este periódico, son buenas, aunque sin perder de vista que, a la vista de los últimos resultados electorales -desaparecieron en los parlamentos autonómicos de Madrid y Andalucía, y en Castilla y León pasaron de 12 procuradores a retener únicamente el que ocupa Francisco Igea-, que los cambios tienen que ser profundos. Y no sólo a nivel estético, porque no se descarta el cambio de color corporativo o, incluso y llegado el caso, de nombre de marca.

La territorialidad y el municipalismo, claves

Los primeros pasos están consistiendo, narran fuentes naranjas, en «ajustar la competencia que tiene cada miembro del llamado G-8 y que vayan moviéndose en su ámbito». Junto a Díaz y Villacís, el resto de miembros de esta coordinadora lo integran la alcaldesa de Ciudad Real, Eva Macías; el concejal de Santa Coloma, Dimas Gragera; el eurodiputado Adrián Vázquez; la coordinadora en Baleares, Patricia Guasp, la diputada por Valencia María Muñoz y el concejal del Ayuntamiento de Madrid Mariano Fuentes.

Así, lo más avanzado -además del registro de la marca «Liberales», que se produjo hace muchos meses sólo para cubrirse las espaldas- es «la puesta en marcha de los grupos de los afiliados». La encargada es María Muñoz, que ya se ha desplazado a Valencia para comenzar con las charlas. Las fuentes consultadas indican que «una de las claves del diseño del grupo para la refundación es la territorialidad y el municipalismo. Ellos pueden aprovechar entre semana toda la información para ir moviéndose en sus territorios».

Muñoz ya ha asumido, también, la tarea de ir explicando cómo será el canal de participación para los simpatizantes de Ciudadanos que no estén afiliados pero quieran contribuir y sumarse a este proceso. «Vamos a aprovechar a toda la gente que quiera participar», confirman desde la formación. «Había interés».

Nuevos perfiles públicos adaptados al 2022

La respuesta ha sido muy superior a la que estaban acostumbrados en Cs. En otros procesos similares que se han llevado a cabo en el partido naranja, como la Convención Política que llevaron a cabo hace ahora un año, participaron «muchas menos» personas, en torno a medio millar, aunque este periódico no ha podido recabar el dato concreto. Los 2.000 inscritos participarán en una dinámica de trabajo que será en parte online pero también presencial. Arrancará en septiembre, con la vuelta al cole.

Otra de las patas de la refundación es la implicación de la sociedad civil y el llamado ágora. Sin embargo, es más secundario, porque es un apoyo al trabajo interno. «Lo llevamos más calmado. También porque buscamos otro tipo de perfiles a los que estamos acostumbrados que se vinculen al partido. Tienen que tener un pie en el 2022, no en el 2006. Y si es un youtuber, que sea», deslizan desde el entorno de Arrimadas.

En la agenda está, antes del parón estival, una reunión más: la del viernes 29 de julio. Desde ese momento arrancará el proceso completo. «Está abierto. No se puede empezar la casa por el tejado. Todo tiene que tener sentido, y un sentido electoral, además«, insisten. El plazo está claro, y el objetivo es mucho más que la pura supervivencia. Aunque hay un examen vital que determinará la vigencia de las conclusiones a las que lleguen los naranjas: las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2023. «La idea es llegar con esa refundación culminada para que los candidatos tengan una marca que no les reste».