Los comercios catalanes exigen responsabilidades a la Generalitat por los saqueos

Foment del Treball apunta contra Pere Aragonès y Ada Colau por no frenar la oleada de violencia provocada tras la detención de Pablo Hasél

El presidente de la patronal Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, en un acto conjunto convocado de urgencia este domingo, tras cinco noches seguidas de disturbios. EFE/Alejandro García

El presidente de la patronal Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre. EFE/Alejandro García

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Comercios, bares, restaurantes y empresas turísticas han unido sus voces para condenar los disturbios que se han producido de forma consecutiva durante las últimas cinco noches en Cataluña y que han derivado en el destrozo y el saqueo de algunos de los establecimientos que están ubicados en zonas estratégicas del centro de Barcelona.

La mayor parte de las patronales del sector ha mostrado su hartazgo por el clima de hostilidad que ha salpicado a sus negocios y ha exigido a la clase política que abandone su actitud “irresponsable” para mostrar su rechazo explícito a la violencia, así como un apoyo decidido a los cuerpos de seguridad que se han encargado de sofocar los altercados a lo largo de la semana.

Los empresarios han señalado directamente a la Generalitat de Cataluña y al Ayuntamiento de Barcelona por no haber mostrado a tiempo una mayor condena contra los actos vandálicos que se han producido cada noche por grupos violentos, tras la celebración de las manifestaciones pacíficas que exigen la libertad del rapero Pablo Hasél.

Foment del Treball carga contra los que justifican los disturbios

El presidente de Foment de Treball, Josep Sánchez Llibre, ha lamentado en una rueda de prensa conjunta la actitud de “todos aquellos irresponsables que promueven, consienten, justifican o cierran los ojos ante estos gravísimos alborotos” que se están produciendo en diferentes ciudades de Cataluña.

Los empresarios han advertido que las protestas violentas de las últimas cinco noches se han saldado con importantes daños económicos para los comercios de las inmediaciones, pero que también dañan la imagen de Barcelona para tratar de atraer inversiones desde el extranjero, en pleno clima de conflictividad.

Cataluña suma cinco días de barricadas y destrozos

Cataluña ha sido la comunidad autónoma donde se han producido un mayor número de altercados desde que Hasél fue arrestado por la policía para cumplir su pena de prisión de nueve meses por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona, que se suma a otras condenas previas por amenazas.

Desde entonces, grupos de encapuchados han protagonizado cada noche altercados con la formación de barricadas con contenedores de basura ardiendo y el lanzamiento de piedras y botellas que han impactado en algunos de los establecimientos del centro de Barcelona.

Manifestantes entran en un comercio tras la manifestación celebrada esta tarde en Barcelona en protesta por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél. EFE/Quique García

Los manifestantes violentos han cargado contra sucursales bancarias, tiendas de ropa e incluso algún edificio emblemático de la ciudad como el de la Bolsa de Barcelona o el Palau de la Música, que ha sufrido desperfectos en sus vidrieras modernistas por el impacto de las piedras.

Bancos, tiendas de moda e instituciones públicas: en la diana de los violentos

Las imágenes de jóvenes encapuchados entrando y saliendo de algunos de los establecimientos de grandes marcas en la capital catalana se han convertido en una constante, mientras cada día se producen decenas de detenciones. Solo esta madrugada, 34 personas más han sido apresadas por los agentes.

Manifestantes tratan de romper un escaparate de una tienda en el centro de Barcelona este sábado, durante las protestas por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél. EFE/Quique García
Manifestantes tratan de romper un escaparate de una tienda en el centro de Barcelona este sábado, durante las protestas por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél. EFE/Quique García

Al clima de hostilidades, se suma un importante parte de heridos. El caso más grave es el de una joven que ha perdido un ojo como consecuencia del impacto de una bala de foam de los Mossos d’Esquadra durante una de las manifestaciones.

El caso ha reavivado la polémica sobre el uso de la violencia policial para frenar los disturbios y ha servido de munición para que formaciones independentistas como la CUP o Junts coloquen a los cuerpos de seguridad bajo el foco de las críticas, en plena fase de negociaciones para formar un nuevo gobierno en Cataluña.

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