El PSOE se volcará en la campaña de Extremadura para retener uno de sus feudos

Quedan menos de seis meses para la primera cita electoral de un 2023 cargado de urnas, las elecciones municipales y autonómicas que se celebrarán en el mes de mayo, y la maquinaria electoral de los partidos ya ha arrancado. La estrategia pasa, en primer lugar, por salir a defender las comunidades que ya están en poder de cada organización, y, por eso, el PSOE va a centrarse, especialmente, en Extremadura, uno de sus feudos más preciados y cuyas encuestas muestran que no está tan seguro como ellos esperaban.

Fuentes de la dirección socialista admiten en conversación con Economía Digital que «hay que salir a defenderlo y lucharlo«. El método está claro: una campaña intensa que movilice a todos los votantes, no sólo del PSOE, sino también del espectro completo de la izquierda, porque la suma va a jugar un rol primordial.

Porque el escenario no es el más halagüeño: la última macroencuesta autonómica publicada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) dejaba entrever el riesgo en el que se encuentra Extremadura para el PSOE, que actualmente gobierna allí con un Ejecutivo liderado por Guillermo Fernández Vara, uno de los barones más fieles a Pedro Sánchez. En Extremadura, además, el PSOE siempre ha gobernado salvo en una legislatura, la de José Antonio Monago entre 2011 y 2015, que fue posible gracias a la abstención de IU en aquel momento.

«Defendemos 9 de 11 gobiernos»

En Ferraz andan satisfechos con sus propios números en el resto de autonomías, «en las que defendemos Gobierno, que son 9 de las 11 comunidades [contando Extremadura]». No entran en la ecuación Madrid y Murcia, donde sí se espera que arrase el Partido Popular.

Según el CIS, Vara se quedaría por detrás del PP, que vencería en esa comunidad por algo menos de tres puntos, teniendo en cuenta la pregunta que recoge el voto más simpatía. Esta apunta a que los populares obtendrían el 31,7% de los votos, mientras el PSOE se quedaría con el 28,2% en un contexto en el que el voto indeciso podría resultar decisivo.

Lo que no obvian en Ferraz es que la estimación de voto el CIS no es concluyente, porque los resultados que da son volátiles, dado que la horquilla de escaños a repartir mantiene un margen de hasta diez representantes. Según la estimación, el PSOE obtendría entre 24 y 32 escaños en Extremadura, pero el PP rondaría entre 26 y 35. La mayoría está en 33 en la Asamblea extremeña.

El PP ha renovado a sus candidatos en Extremadura

Además, mayo será una gran prueba de fuego para el PP en la comunidad, dado que ha renovado sus candidatos. La nueva cara que se enfrentará a Vara por la Junta de Extremadura es la cacereña María Guardiola, que fue proclamada en julio tras el paso al lado que dio José Antonio Monago, pero no es la única: está decidiendo a los cabeza de lista municipales.

Esta será, además, una de las bazas que empleará el PSOE para intentar desgastar al PP. Ya se han escuchado ironías al respecto: por ejemplo, la portavoz del PSOE de Extremadura, Soraya Vega, ya defendió que su partido tiene a sus candidatos municipales «bien definidos» frente al PP que «busca fuera lo que no tiene dentro», en referencia al anuncio del candidato popular a la alcaldía de Badajoz será el actual alcalde, Ignacio Gragera, que en las anteriores elecciones se presentó por Ciudadanos.

De momento, en Génova ven con triunfalismo las encuestas, y se muestran muy satisfechos con los resultados que va obteniendo Guardiola. «Sólo hay que darle tiempo, lo va a hacer suyo», sonríen fuentes de la dirección consultadas por Economía Digital.