Bulgari recicla botellas de champagne para crear una espectacular fachada en Shanghái
El estudio MVRDV diseña la fachada de la tienda de Bulgari en Shanghái con un increíble panel hecho a partir de latón y vidrio de botellas de champagne
El reciclaje también es sexy. Foto: ©Bulgari.
Parece jade pero el espectacular diseño de la nueva tienda Bulgari en Shanghái está hecho, en realidad, con latón dorado y el vidrio de cientos botellas de champagne. La versión más sexy del reciclaje es obra del estudio MVRDV autor, entre otros, del original Depot Boijmans Van Beuningen, para la flagship store de la firma de joyería lujo en la ciudad china.
Ubicada en Nanjing Road, en el espacio comercial Shanghai Plaza 66, la imagen de la tienda no renuncia al estilo y la herencia de Bulgari –de hecho, es una mezcla de influencias que recogen el legado desde su tienda original en Roma a la arquitectura art dèco presente en Shanghái- pero con una decidida apuesta por la innovación y la sostenibilidad.
La piedra preciosa de China por excelencia
En el corazón de uno de los centros comerciales más grandes y populares de Shanghái, la tienda, de 274 metros cuadrados, es el tercer proyecto del estudio MVRDV para la marca, tras completar las de Kuala Lumpur (2018), inspirada en el mármol e iluminada por vetas de luz dorada, y la de Bangkok (2020), cuya fachada combina cristal y latón para evocar una joya de oro con incrustaciones de piedras preciosas.
A diferencia de los anteriores locales, el de Shanghái no cuenta con muchas ventanas, por eso en este caso no se ha tratado de realzarlas con el diseño, sino de cubrir la fachada con un impactante panel que atrae toda la atención.
Latón, botellas de champagne y de cerveza y otros tipos de vidrio se emplearon en el diseño, que recrea la arquitectura de la primera boutique original del Bulgari en Via dei Condotti de Roma (especialmente en cornisas y molduras) en línea con la identidad visual de la casa, reconocible en todas sus tiendas en el mundo.
La impactante fachada alude a la arquitectura art dèco, que eleva a la categoría de joya, y a la mezcla de las culturas oriental y occidental
En este caso, sin embargo, el motivo de la cornisa se aplica a los paneles que recubren la fachada, formando un patrón de inspiración art dèco con el que entroncan con la tradición arquitectónica de Shanghái.
Inspiración art dèco
Como puerto clave que conectó oriente y occidente a principios de siglo XX, Shanghái recibió muchas influencias de este estilo, que se aplicó a numerosos edificios en la ciudad. A la vez, es muy fácil reconocer las joyas Bulgari en la colección Dèco que, precisamente, bebe de estas referencias.
El resultado es un diseño complejo y con varias capas de referencias transculturales: arquitectura art dèco elevada a la categoría de joya que, además, combina lo mejor de las culturas oriental y occidental.
Y todo, como decíamos, en torno al jade, la apariencia que logra obtener la fachada elaborada con fragmentos de vidrio translúcidos envueltos en molduras doradas. Por la noche, la luz que retroilumina los paneles, le otorga un brillo singular.
Cristal reciclado
Para elaborar los paneles se empleó un cristal elaborado a partir de vidrio verde comprimido y completamente reciclado, producido en la fábrica de Magna en Teutschenthal (Alemania).
La luz, además, está diseñada para minimizar la huella energética del establecimiento, y emplea menos de la mitad de la energía de una instalación habitual de estas características.
Además de la espectacularidad, el proyecto busca precisamente “mostrar el potencial de los materiales reciclados sostenibles, incluso en contextos de lujo”, explican sus responsables. También supone un paso más en el objetivo de MVRDV y Bulgari, que pasa por diseñar tiendas que se construyan con materiales procedentes 100% de la economía circular.
“Nuestra colaboración con Bulgari ha producido algunos experimentos con materiales fascinantes” apunta el socio fundador de MVRDV Jacob van Rijs. En este sentido, la tienda de Shanghái resume el valor de este tipo de “experimentos”. Así, restos de botellas de champagne que sería desechadas se convierten en una suerte de “joya para la ciudad”.
