Fotografía minimalista: cuando menos es más
Una nueva edición de un concurso de fotografía minimalista revela cuánta belleza hay en la simpleza de una imagen sin artificios

Parece un colibrí, pero son cientos de estorninos en el cielo. Foto Daniel Dencescu
La cuarta edición del concurso Minimalist Photography Awards, que recibió 3.400 imágenes de 43 países, distinguió con el premio mayor una serie de fotos de estorninos que, con sus formaciones, crean maravillosas figuras en el cielo.
Las secuencias pertenecen a Daniel Dencescu, quien logró retratar a cientos de estas pequeñas aves creando formas abstractas, pero que con un poco de imaginación uno puede ver una serpiente, una seta e incluso un colibrí polinizando.
Fotografiadas en cielos sin nubes al amanecer, que recuerda a la paleta del pintor René Magritte, Dencescu pasó 200 horas en el campo persiguiendo y fotografiando estas aves; que crean estas formaciones para confundir a sus depredadores.
“Con estas series quiero revelar la belleza oculta de las cosas comunes mostradas desde una perspectiva inusual de un baile elegante”, dijo.
El río que apenas tiene color
El concurso está provisto de 12 categorías. Una de ellas es la de Fotografía Aérea, que premió a Daniel Franc por su imagen de un río del sur de Islandia.
El ganador del concurso de fotografía minimalista fue para una serie sobre las figuras que crean los estorninos
El río, de color blanco corre entre la arena negra para desembocar en un mar tan gris como el cielo. La única nota de color la dan los musgos, que le otorgan una pátina amarilla al curso fluvial.
El portal
En la de Arquitectura, Daniel Fisher fue galardonado por su imagen ‘Cluster One’, donde las columnas de un puente parecen el portal de una ciudad de ciencia ficción.
Entre la neblina, a lo lejos se perciben otras dos columnas. Y en su base, de una presencia minúscula pero clave para tener una escala humana, apenas se distingue a una persona.
Las dunas
En la de Paisaje el primer premio fue para Tara Workman con su ‘Elegancia simple’. Se trata de una serie de imágenes de dunas, algunas blancas, otras grises, aquellas de color crema, pero ninguna amarilla. Un acierto cromático, sin duda.
Las cabañas que levitan
En la de Exposición larga Martin Annand ganó con su imagen de unas cabañas de colores pastel, que parecen levitar al elevarse en un lago que parece invisible al confundirse con el cielo gris y la neblina.
Las cabañas fotografiadas por Martin Annand parecen flotar al confundirse el cielo con el lago donde están construidas
Un simple detalle
En la categoría Abierto, Guido Klumpe realizó una serie llamada ‘Pequeñas sumas’, donde un leve detalle (como esta nube que pareciera posarse en una construcción) cambia la composición.
Bailarines en blanco y negro
Y cerramos esta selección con una de las fotos de Fredrik Gille, ganador en Retratos, donde fotografió a unos bailarines en blanco y negro; en los que logró capturar la fuerza de la expresividad de sus cuerpos.