Los universos mágicos de Chema Madoz y Helena Almeida dialogan en Foto Colectania

Una muestra revela los procesos de creación de la portuguesa Helena Almeida y el español Chema Madoz, donde los bocetos previos a la fotografía se elevan a la categoría de arte

‘Dias quasi tranquilos’, 1981. ©Helena Almeida. Los trabajos de Madoz y Almeida pertenecen a la colección de Foto Colectania.

Anticipaba una agenda llena de propuestas para este 2022 y es que 20 años no se cumplen todos los días. Enmarcado en este aniversario, Foto Colectania presenta Helena Almeida | Chema Madoz. Diseños habitados, una exposición que rinde homenaje a dos de los primeros autores que formaron parte de su colección y que puede verse a partir del 22 de junio en su sede barcelonesa (Passeig Picasso, 14).

La exposición, que toma prestado el nombre de la primera serie en la que Helena Almeida utilizó la fotografía, explora el concepto de diseño de la obra en su acepción renacentista que en ambos artistas aparece en el dibujo previo al proyecto y el proceso mental de trasladar lo imaginado a la obra.

De hecho, se podrán ver en la muestra dibujos y objetos -algunos nunca antes mostrados- que forman parte de sus respectivos procesos creativos, un ejercicio que comparten y que define con precisión el trabajo de estos creadores.

Fotografiar lo imaginado

La coincidencia de que tanto Almeida como Madoz realicen bocetos posiblemente guarda relación con su interés por lo íntimo y vivencial. Los dos autores realizan infinidad de esbozos -que no siempre se convierten en obras finales- como primer paso para materializar sus ideas a través del lápiz y el papel.

Cuaderno con bocetos de Chema Madoz. ©Chema Madoz / VEGAP.

En esta exposición, que se podrá disfrutar hasta el 18 de septiembre, precisamente se realza el valor intrínseco de estos dibujos como meros y bellos bocetos, cuyo resultado expresan por medio de la fotografía.

También son dos artistas que, aun teniendo universos creativos diferentes, coinciden en elegir la fotografía como el medio para trasladarnos unas creaciones llenas de imaginación y sutileza.

Bocetos que son objetos

Helena Almeida (Lisboa, 1934 – Sintra, 2018) ya experimentaba con los límites de la pintura desde sus primeras obras de los años 60, con propuestas como las de escapar del cuadro. Continuó utilizando este medio en diversos trabajos hasta mediados de los años 70.

Experimentó siempre con su propia imagen, buscando nuevos caminos para explorar la relación entre el cuerpo humano y el espacio que lo rodea. Define algunos de sus trabajos como “esculturas efímeras”, en tanto que trata su cuerpo como una instalación visual que después fija a través de la fotografía.

La exposición toma prestado el nombre de la obra ‘Desenho habitado’, de Helena Almeida. ©Helena Almeida.

En este sentido, interviene a veces la obra con estudiadas pinceladas o trazos de lápiz, y siempre nos fascina con sus ejercicios de reflexión y teatralidad.

Madoz (Madrid, 1958) dibuja en los cuadernos personales que ha ido guardando a lo largo de los años. De hecho en esta muestra se podrán ver por primera vez algunos de ellos, junto con los objetos que ensambla artesanalmente, en un proceso muy particular en el que los bocetos se convierten en objetos y sus objetos en imágenes, con su característico estilo y golpes de magia.

En sus trabajos, a menudo oscila entre conceptos contrapuestos (lo virtual y lo real, la apariencia y la realidad), manifestando a veces una tensión que plasma a través de fotografías de encuadres precisos y simétricos. “Siempre he tenido la sensación de poder manejar el sentido de las imágenes. Es algo con lo que sé jugar bien”, explica Madoz.

Sin título, 1990. ©Chema Madoz / VEGAP.

Puntos comunes y divergencias

Tanto Almeida como Madoz acabaron orientando sus creaciones hacia universos donde la imagen es la protagonista, un ámbito que dominan con especial destreza y al que se aproximan desde ópticas diferentes.

Así, mientras Almeida comenzó exponiendo pinturas y dibujos hasta decantarse por el uso de la fotografía en sus series en 1974, Madoz se volcó en este medio desde sus inicios.

‘Diseños habitados’ reúne fotografías originales de ambos artistas, así como bocetos preliminares a la preparación de sus obras y algunos objetos construidos artesanalmente por Madoz.

En cuanto a la diferencia más significativa entre ambos, la encontramos en el enfoque: mientras Almeida se interesó en romper los límites formales de la creación, expresándose siempre a través de su propio cuerpo (“mi obra es mi cuerpo, mi cuerpo es mi obra”), Madoz se centra en conceptualizar ideas a través de una práctica híbrida, en la que las herramientas de la poesía visual o la tradición del objeto surrealista se incorporan al registro fotográfico.

Boceto de ‘O perdão’, c. 1989 – 1992 ©Helena Almeida.

‘Diseños habitados’: novedades

Diseños habitados reúne fotografías originales de ambos artistas, así como bocetos preliminares a la preparación de sus obras y algunos objetos construidos artesanalmente por Madoz.

Por ejemplo, se muestran, por primera vez, tanto los cuadernos de Madoz como los bocetos que hizo Almeida de su serie O perdâo.

Además, se exhiben los primeros trabajos de Madoz de los años 80 -donde todavía estaba presente la figura humana- con las copias originales que positivaba el propio autor y en el pequeño formato con el que las exponía entonces.

También se podrá ver una amplia selección de su trabajo posterior a los 90, donde Madoz comienza a prescindir de la idea del azar y la sustituye por la recreación de imágenes mentales, convirtiendo a los objetos construidos en los protagonistas de su obra.

Sin título, 1991. ©Chema Madoz / VEGAP.

La selección de piezas que se enseña de Almeida comienza con Desenho habitado, una de sus primeras series donde la fotografía toma protagonismo, seguida de piezas de los años 80 y 90 como Dias quasi tranquilos, A casa y O perdâo, para finalizar con los dípticos de Seduzir.

La mayor parte de bocetos de la autora, que se exponen por primera vez en Foto Colectania en su conjunto, corresponden a la serie O perdâo y pertenecen a la donación que la autora realizó a la Fundación. Todas las fotografías expuestas de ambos autores pertenecen a la colección Foto Colectania.

a.
Ahora en portada