Pekín estrena la biblioteca del futuro

El estudio de arquitectura Snøhetta firma un diseño que plantea la biblioteca del futuro como un bosque de conocimiento en un edificio inteligente y sostenible

Biblioteca Pekin. Imagen: Snøhetta.

Si algo ha demostrado 2021 es que, pese a los malos augurios repetidos desde años, los libros están muy lejos de desaparecer. Solo en España, las ventas se han elevado un 25% respecto a 2020 y un 20% en comparación con 2019 según la Confederación Española del Gremio y Asociaciones de Libreros, lo que convierte este ejercicio en el mejor desde 2013.

Y si los libros están vivos, también lo están las bibliotecas, que ahora se diseñan con criterios sostenibles y con la ambición de ser mucho más que lugares donde guardar y consultar volúmenes.

Como un espacio de aprendizaje e intercambio de conocimientos, pero también de encuentro y celebración de la cultura local lo ha ideado el estudio de arquitectura Snøhetta, que inaugurará este 2022 el que pretende convertirse en un nuevo estándar para el diseño de bibliotecas sostenibles.

Nueva biblioteca del subcentro de Pekin. Imagen: Snøhetta.

Fachada transparente

Tecnología, diseño inteligente y recursos locales son los pilares de este proyecto de la compañía noruega, que se alza ya en el subcentro de Pekín y que pretende abrir sus puertas a finales de año.

Tras ganar un concurso internacional en 2018, Snøhetta, en colaboración con la compañía china ECADI, inició en 2020 la construcción de la biblioteca, de la que ya se ha instalado la cubierta y que actualmente completa el cerramiento acristalado, con una altura de 16 metros.

Tecnología, diseño inteligente y recursos locales son los pilares de este proyecto del estudio noruego de arquitectura Snøhetta que se alza ya en Pekín y abrirá sus puertas en 2022

Cuando se complete será, según Snøhetta, el primer edificio con fachada de vidrio autoportante de China. Este sistema, conocido también como muro cortina, se caracteriza por una fachada independiente a la estructura del edificio y que se construye de forma continua por delante de ella, capaz de resistir la fuerza del viento con elementos prefabricados modulados.

Imagen: Snøhetta.

Totalmente transparente desde el exterior, la biblioteca cuenta con un gran espacio común que hace de centro y corazón del edificio que parece un paisaje esculpido y que está ideado, según sus responsables, para unir a las personas, tanto espacial como intelectualmente.

Así, además de facilitar el acceso al conocimiento, promueve el acercamiento de los usuarios, reunidos en un espacio similar a un anfiteatro. Otros espacios similares se replican en diferentes ubicaciones por todo el edificio, siempre con el objetivo de promover la interacción y el intercambio de conocimientos.

Un árbol de conocimiento

Envuelta en materiales transparentes, la biblioteca deja ver tanto su interior como las actividades que se llevan a cabo, invitando a los transeúntes a entrar en el espacio.

La biblioteca abrirá sus puertas este 2022. Imagen: Snøhetta.

Desde el espacio central, una suerte de valle que hace de gran sala de lectura y encuentro, se extienden columnas que se elevan hacia el techo y lo sostienen, dibujando un paisaje que recuerda a un bosque de ginkgos.

Cada ‘tronco’ de árbol es también un elemento constructivo altamente tecnológico, que permite controlar la temperatura, la iluminación, la acústica y la recogida del agua de lluvia, entre otras.

Todo el edificio, transparente desde el exterior, se sostiene con multitud de columnas que se asemejan a los troncos de un bosque de ginkgos

Las áreas escalonadas entre estos troncos invitan a sentarse y tomar descanso, creando espacios informales y confortables, que recuerdan el placer de sentarse bajo un árbol con el libro favorito.

Imagen: Snøhetta.

Bajo el gran dosel del techo se distribuyen además otros espacios privados para leer, participar en talleres o experimentar, pero siempre conectados al área común central, de modo que no hay secciones o categorizaciones de conocimiento predeterminadas.

Una biblioteca para el futuro

Además de establecer un nuevo punto de referencia para este tipo de instalaciones en el futuro en cuanto a diseño, Snøhetta destaca otros aspectos novedosos, como la tecnología de construcción y cerramiento y la sostenibilidad social y ambiental, pero también el propio concepto de propiedad y acceso público de los espacios culturales.

En lo que respecta a la sostenibilidad, el techo tiene elementos fotovoltaicos integrados (BIPV) que reemplazan los materiales convencionales la cubierta y la fachada, utilizando la exposición principal del techo a la luz solar para la producción de energía renovable y creando uno de los techos más ecológicos posibles.

Imagen: Snøhetta.

Además, un voladizo reduce la exposición solar, mientras que la altura de las partes de cristal se ha reducido en las paredes orientadas al este y al oeste, además de añadir un dispositivo de protección solar activo orientado a la fachada sur y oeste.

También, apunta el estudio, los materiales principales para la construcción son de procedencia local, lo que evita emisiones por transporte y favorece la economía circular, mientras se priorizaron los componentes modulares para reducir la necesidad de personalización tanto de las columnas como de las piezas de la cubierta.

a.
Ahora en portada