Las fotos que retratan al Picasso más desconocido
El Museu Picasso de Barcelona expone las imágenes que el fotógrafo Lucien Clergue hizo al artista en numerosas ocasiones en el sur de Francia, con escenas de su vida cotidiana y de sus pasiones

La muestra es un viaje por las caras más desconocidas de Picasso. Foto Quique García | EFE
En 1953 un fotógrafo que no había llegado a los 20 años se acerca a Pablo Picasso al término de una corrida de toros en Arlés, Francia. Le muestra algunas imágenes y el pintor queda impactado por su estilo y audacia. Y se convertiría en su fotógrafo de cabecera.
Ese fue el primer paso de una amistad que durará dos décadas a pesar de los 53 años de diferencia, en la que el fotógrafo Lucien Clergue retrató a Picasso una y otra vez, en su taller y paseando por los pueblos de la Provenza, con su círculo de amigos y con su familia, en plena tormenta creativa o relajado frente a la campiña.
El valioso legado del fotógrafo de Picasso
Desde este martes 21 de junio y hasta el 20 de octubre el Museu Picasso de Barcelona presenta varias de estas imágenes en la exposición Picasso-Clergue, que se se nutre del fondo de 600 fotografías que este centro ha comprando en 2016.
A pesar de los 53 años de diferencia entre Picasso y Clergue, entre el artista y el fotógrafo se forjó una sólida amistad
En paralelo también se puede ver la muestra Brigitte Baer. Picasso y los grabados, en la que la mayor experta en los grabados del artista detalla su trabajo a través de fichas catalogadas y fotografías de reproducción de sus obras.
Retratos de un Picasso que pocos conocen
Cuando se camina por las salas de museo se lo puede ver a Picasso festejando en una plaza de toros (pasión que compartía con Clergue), bailando en una fiesta gitana, en la playa con su bañador como un turista más, y casi siempre fumando.
Ahí está Picasso en su casa La Californie en Cannes, elegante de traje y corbata o en batín y sandalias, cruzando risas y batallitas con Jacqueline Roque, Lucía Bosé y Luis Miguel Dominguín.
Son diferentes momentos de una personalidad única, retratos íntimos del artista que había alcanzado la fama mundial hacía años.
Colaboración profesional
Picasso no se limitaba a abrir las puertas de su casa y dejar que Clergue disparara su cámara una y otra vez. También le presentó a Jean Cocteau y fue quien le diseñó la portada de su libro Corps memorable, donde sus imágenes acompañaban poemas de Paul Eluard, otro gran amigo de Picasso.
En la muestra se puede ver un Picasso desconocido, bailando y riendo, en su atelier o compartiendo veladas con amigos
En las salas se exponen dos fragmentos de la película Picasso, guerre, amour et paix (Picasso, guerra, amor y paz) que realizó en 1971, en el ocaso personal del malagueño.
El 24 de marzo de 1971 fue el último encuentro entre el pintor y el fotógrafo, donde según Emmanuel Guigon (director del museo) se lo ve a un Picasso «fuerte, triunfante, vulnerable, tímido, hastiado, goloso y feliz de vivir», dijo a EFE.
La muestra concluye con unas tomas realizadas el 11 de septiembre de 1978, cinco años después de la muerte de Picasso, en que Clergue retrata su estudio vacío, donde se percibe la tristeza y la ausencia del artista.