Júzcar: por qué este pueblo blanco andaluz se convirtió en azul

Júzcar era uno de los tantos pueblos blancos desperdigados por el sur de Andalucía. Pero hace 11 años por un suceso cambió al color azul

Gracias a Los Pitufos, Júzcar se convirtió en un pueblo azul. Foto Turismo de Andalucía

Hasta hace una década tras Júzcar era similar (aunque no igual) a los pueblos de las sierras andaluzas: orígenes musulmanes, vida agrícola, casas blancas, balcones de flores, iglesia del siglo XVI y un hermoso paisaje serrano a su alrededor.

Pero la magia del cine, o para ser más prosaico, el poder económico de las productoras y distribuidoras, convirtió a Júzcar en un pueblo azul. O más exactamente, en el Pueblo Pitufo.

El cambio al color azul fue por una propuesta de Sony Pictures para promocionar una película de Los Pitufos. Y así quedó

Fue en 2011, cuando Sony Pictures eligió Júzcar para promocionar su película de estos seres diminutos, creados por el dibujante Peyo.

La productora ordenó pintar todas las casas blancas y edificios de color azul, y el cambio cromático derivó en un inesperado éxito turístico.

Las casas se confunden con el cielo. Foto Turismo de Andalucía

Entre los pueblos de colores

Pasado el furor inicial se realizó una consulta entre los vecinos (actualmente residen unos 230) y decidieron mantener el azul. Y así quedó.

De esta manera Júzcar pasó a integrar el panteón de los pueblos de colores, emparentado cromáticamente con el marroquí Chefchaouen, y vinculada con el rosa de Marrakech, el morado de la surcoreana Banwol o los arcoíris de Cinque Terre, Guatape (Colombia) y Pelangi (Indonesia).

Qué ver en Júzcar

El pequeño pueblo azul, en el Valle de Genal, se recorre rápidamente. Allí se puede conocer la iglesia de Santa Catalina, que data del siglo XVI con detalles de estilo mudéjar.

También se pueden ver lo que quedó de la antigua Fábrica de Hojalata, que entró en actividad en 1731 -fue la primera de España- y cesó su producción en la Guerra de la Independencia.

La mancha azul resalta en la sierra. Foto Turismo de Andalucía

Otra opción es visitar el Museo Micológico, que detalla la variedad de setas que se pueden encontrar en la región, además de asistir a las conferencias y talleres que se suelen organizar.

Júzcar puede ser base de diferentes actividades al aire libre. Por allí pasa la Ruta del Fray Leopoldo, “el santo más venerado de Andalucía”, precisan en Turismo de Costa del Sol, recorrido que también forman parte los pueblos de Alpandeire, Pujerra, Igualeja, Cartajima y Faraján, en un trazado que pasa por bosques con almendros, narcisos y jara blanca.

Rutas de senderismo

Desde aquí se pueden organizar tres rutas de senderismo: la de Moclón -de 3 km-, la de los Molinos -1,3 km, sencilla- y la de los Riscos -6,5 km, de dificultad medio-alta-.

Los vecinos decidieron mantener el nuevo color. Foto Turismo de Andalucía

Una de las actividades más populares es la tirolina. En los alrededores hay dos que permiten deslizarse por el vacío a gran velocidad: la del Salto del Villano, de 200 metros de largo, y la del Salto del Gran Zul, de 150 metros.

La gastronomía de Júzcar

Tanta actividad despierta el apetito. Claro que aquí hay que probar sus famosas setas, pero también los ajetes, los ajos porros y las hierbas silvestres; que sirven de ingredientes para platos como los revueltos.

La zona de Júzcar tiene una larga tradición en la recolección de setas, como da fe su Museo Micológico

Cuando llega el frío son muy demandadas las migas, el sopeao de collejas y el conejo al ajillo, mientras que los amantes de los dulces tienen que probar los borrachuelos, los productos de castañas, los roscos de vino y los guitarrones de miel.

No puede faltar la visita a los pitufos. Foto Turismo de Andalucía

El mirador obligatorio

Para contemplar este pueblo azul se sugiere llegar hasta los miradores de San José y el de Jardón, pero todo el mundo siempre pasa por el de la Torrichela.

¿La razón? Pues allí está la estatua del Gran Pitufo, y obviamente nadie se va de Júzcar sin presumir del selfie obligatorio.

a.
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