Verano en Sotogrande, entre lujo, relax, deporte y alta vida social

No necesitas tener casa (o invitación) para disfrutar del lujo de Sotogrande, una de las urbanizaciones más exclusivas de España que cumple 60 años más viva que nunca

La Reserva, en Sotogrande.

Verano en Sotogrande. Foto: La Reserva.

Sotogrande, la que probablemente sea la urbanización más lujosa, exclusiva y privada del país, cumple en el verano de 2023 sus primeros 60 años de existencia. Y, lejos del tópico de ser un retiro dorado para millonarios de una cierta edad, lo cierto es que este aniversario coincide con un resurgimiento y renovación de su oferta de ocio, descanso y gastronomía.

Por ejemplo, para disfrutar de los muchos servicios de lujo que ofrecen los diferentes establecimientos de las seis fincas que componen este complejo gaditano en la comarca de Campo de Gibraltar ya no es necesario ser dueño de algunas de sus residencias millonarias o de lograr una invitación por parte de sus acaudalados propietarios.

Basta con alojarse en el que es el primer hotel de cinco estrellas en el tramo de costa situado entre Sancti Petri (Chiclana, Cádiz) y Marbella (Málaga).

Piscina del Hotel So/Sotogrande.
Infinity Pool. Foto: So/Sotogrande.

El primer cinco estrellas de Sotogrande

Se trata de So/Sotogrande Spa & Golf Resort y su apertura, en 2021, supuso una pequeña revolución para la zona, sumando propuestas no solo en materia de alojamiento, sino también en el capítulo de restauración, arte, espectáculos y otros placeres. Entre estos últimos, por ejemplo, su completo spa de 2.800 metros cuadrados y con vistas al mar.

En total 152 habitaciones distribuidas en torno a las dos grandes piscinas, como un anfiteatro, con construcciones de fachadas encaladas (homenaje a los bonitos pueblos blancos de la zona) y con no más de dos plantas de altura.

Habitaciones y villas con un diseño moderno pero con numerosos guiños a las tradiciones locales, como esas cerámicas clásicas que decoran los suelos y objetos decorativos realizados a base de materiales naturales. Por supuesto, todo entre coloristas y cuidadísimos jardines y rodeados de espesos bosques de pinos.

So/Sotogrande
Foto: So/Sotogrande.

Como ya hemos apuntado, los restaurantes del Hotel So/Sotogrande han aumentado de forma sustancial la oferta gastronómica de la zona, no solo para alojados sino también para los residentes y sus visitantes.

La peregrinación a esta finca, la más elevada y alejada de la línea de costa de Sotogrande, merece sobradamente la pena. Sobre todo cuando se disfruta de la sofisticación de Cortijo Santa María (nombre original de este espacio)o de la suculencia que las brasas de Marxa aportan a verduras, pescados y carnes (mucha atención al Tomahawk de Simmental).

Restaurante Cortijo en So/Sotogrande.
Presa de vaca al Pedro Ximénez en El Cortijo. Foto: So/Sotogrande.

Más opciones: del relajado ambiente casual de Ixo Tapas y Bar y de los desayunos del mundo y de Andalucía que sirven en Society, cuya terraza es el mejor mirador al Mediterráneo en el hotel.

Yates, veleros y playas en la Marina

A unos kilómetros de este más que agradable hotel, junto a la confluencia del río Guadiaro con el Mediterráneo está la Marina. Esta zona es, de alguna forma, el germen de todo el complejo y el lugar del que se enamoraron sus creadores y promotores: Joseph McMiking y la familia Zóbel. También es el área más visitada.

Aquí, junto a los atraques de cientos de yates, veleros y todo tipo de embarcaciones deportivas están las playas principales del complejo: Torreguadiaro y Sotogrande-Guadalquitón, conocida también como la ‘playa de los búnkers‘, en referencia a los que aquí se construyeron durante la II Guerra Mundial, alguno de los cuales aún es visible.

Puerto náutico de Sotogrande.
Puerto náutico de Sotogrande. Foto: Turismo de Andalucía.

Junto a esta última playa se encuentra uno de esos negocios a los que hay que ir sí o sí durante la visita a Sotogrande: Trocadero. Ocupa el espacio de lo que también fue un referente para los residentes de la zona, El Cucurucho, y forma parte de un exitoso grupo de restauración y ocio con sedes en Marbella, Estepona, Benalmádena, Málaga, Tarifa y Zanzíbar.

Trocadero Sotogrande es un beach club muy poco convencional, que abre desde las 11 de la mañana hasta la 1 de la madrugada y al que se viene a disfrutar de un servicio de lujo.

Pese a su exclusividad, presume con razón de un ambiente muy agradable. Tanto en las hamacas en torno a la piscina y frente el mar como en el restaurante (con una amplia carta de cocina internacional de temporada y producto), es normal sentirse un privilegiado disfrutando de un lugar absolutamente único y con muchísima personalidad. Sobre todo durante esos atardeceres, con vistas a las cambiantes tonalidades que van adquiriendo el mar y el cielo y tomando alguno de los muchos y originales cócteles de la carta.

Beach Club Trocadero, en Sotogrande.
Beach Club Trocadero. Foto: Grupo Trocadero.

Del desayuno al cóctel mirando el atardecer

Más asequible puede parecer Chambao, evolución del típico chiringuito andaluz de playa que ha pasado de un ambiente juvenil (cuando se creó, a principios de los años 80) a convertirse en un referente de la buena mesa en la playa de Torreguadiaro.

Aquí se puede pasar el día sobre la arena de la playa en hamacas y camas balinesas a la sombra de parasoles de fibras vegetales, tomar el aperitivo cómodamente sentados frente al mar y almorzar en las mesas del propio chiringuito unos espetos de sardinas a la brasa, pescaíto frito, gambas rojas, un solomillo a la brasa Rossini style o bien decantarse por el preparaciones japonesas, con el tataki de atún rojo como estrella principal.

Luego se puede continuar la tarde tomando cócteles o gintonics premium y llegar a la noche amenizados por una música elegante, para nada estridente ni machacona. Es decir, aquí uno viene a relajarse y desde luego que el objetivo está garantizado.

Beach CLub Chambao en Sotogrande.
Foto: Beach Club Chambao Sotogrande.

Entre los baños de sol y mar y el momento de la cena, siempre es una agradable recomendación darse un paseo junto a los embarcaderos de la Marina de Sotogrande, entre edificios residenciales, terrazas, restaurantes y tiendas con tanta personalidad y diversidad de propuestas de moda y complementos como Itsomi, donde conviven modelos de temporada de algunas de las mejores marcas y diseñadores internacionales y también nacionales. Entre ellos, Carmen de Pablo, muy conocida por sus modelos de ceremonia, pero que aquí ofrece líneas más acordes con los eventos (y las temperaturas) del verano.

También junto a los atraques de la Marina está el elegante café y restaurante Ke Sotogrande. Un lugar al que lo mismo se viene a desayunar que a comer, merendar, cenar o tomar copas y cócteles en cualquier momento del día.

Ke Sotogrande.
Foto: Ke Sotogrande.

Pero más que un negocio de hostelería al uso, el Ke cumple la misión de punto de encuentro social para los residentes de Sotogrande y también para muchos de sus visitantes. Quizás tenga que ver con el hecho de que todo y todos pasan delante de sus ventanales en algún momento de su estancia en la zona.

Destino de sol y de golf

Es imposible hablar de este gran complejo de lujo y no mencionar el que es uno de sus tres principales reclamos: el golf. En la zona se sitúan algunos de los más prestigiosos campos para la práctica de ese deporte de todo el planeta. Fundamentalmente el Real Club de Golf Valderrama, considerado por muchos como el mejor de Europa Occidental y uno de los más exigentes y aclamados del circuito profesional internacional.

También está La Reserva, finca situada en la zona más elevada de Sotogrande, a la que se puede venir a jugar al golf, con algunas limitaciones para los no socios pero donde los no iniciados también pueden recibir clases de la mano de jugadores profesionales.

Aquí también se puede pasar un agradable día “acuático” en su playa y lago artificiales: The Beach. Con un concepto de beach club interior, original, lujoso y muy tranquilo es, ante todo un lugar que garantiza la privacidad, a salvo de miradas indeseadas.

La Reserva, Sotogrande.
Foto: La Reserva.

A la sombra de las palmeras, una de las dos lagunas del complejo está rodeada de arena de playa de verdad. Esta es la más familiar y dispone de Kids Club en el que los niños pueden pasar todo el día entre juegos y actividades, mientras sus familias se relajan en las hamacas o reservados (chambaos), que se abonan por días completos.

En cuanto a la otra laguna, sus 17.000 metros cuadrados son ideales para la práctica de actividades acuáticas como surf sobre tablas eléctricas o kayak. Y quien quiera disfrutar de deportes “terrestres” tiene la posibilidad de reservar pista en las canchas de tenis y pádel de La Reserva.

Luego, para reponer fuerzas, junto a la laguna deportiva, el restaurante de The Beach ofrece lo mejor de la gastronomía mediterránea, con una agradable especialidad el arroz. De las seis variedades destaca el arroz a banda de carabineros y la paella campera, ambos sustanciosos y, desde luego, muy convincentes.

La Reserva Club en Sotogrande
La Reserva Club. Foto: La Reserva.

El polo que no falte

Por último, si se viene a esta zona durante la temporada estival conviene no dejar pasar la oportunidad de asistir a alguno de los partidos del Torneo Internacional de Sotogrande en Ayala Polo Club. Una competición que tiene lugar desde finales de julio hasta la última semana de agosto y que trae hasta aquí a muchos de los mejores equipos y jugadores internacionales de ese deporte equino.

A lo largo de las más de 50 ediciones celebradas hasta el momento, este torneo se ha convertido en un gran reclamo para aficionados y curiosos, sin desdeñar el elemento más social y mundano. Al fin y al cabo, Sotogrande no podría entenderse sin esa dimensión.

a.
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