La bodega de Rioja que viaja al pasado para ser moderna
Bodegas y Viñedos Pujanza produce excelentes vinos con uvas de un solo municipio. Desde Laguardia rescatan una forma de producir que se centra en el respeto por la tierra

La bodega de Rioja que viaja al pasado para ser moderna
Bodegas y Viñedos Pujanza es una bodega de solo 23 años y de pequeña producción, y que tiene grandes singularidades que la convierte en una rareza en la DOC Rioja.
Productora de cerca de 175.000 botellas al año según añada, es una de las pocas que trabaja solo con sus uvas propias, y solo cuando son de gran calidad: tempranillo, macabeo y viura.
Otra singularidad es que el proceso de elaboración, crianza y embotellado se hace totalmente en Laguardia, y es una de las pocas bodegas de La Rioja que produce vinos con uva de un solo municipio.
Como novedad la bodega ha empezado a comercializar todos sus vinos bajo la clasificación de Consejo Regulador Vinos de Municipio. Por lo tanto el hashtag de todos los vinos lleva la mención Vinos de Laguardia.
Y finalmente una singularidad en que sus vinos clasificados como modernos lo son por haber buscado las raíces.
Bodegas y Viñedos Pujanza es una de las pocas bodegas de La Rioja que produce vinos con uva de un solo municipio
“Dicen que los vinos que elaboramos son modernos. La modernidad que iniciamos con Pujanza fue volver atrás y recuperar la forma en que se habían elaborado siempre los vinos tradicionales de Rioja, pero con una nueva perspectiva: mirando directamente al viñedo” dice Carlos San Pedro, autor del fenómeno de calidad Pujanza.
El alma de la bodega
Este bodeguero, propietario y director técnico de Bodegas y Viñedos Pujanza procede de una saga de cuatro generaciones de viticultores, elaboradores y comerciantes de vino, con larga tradición en Laguardia (Álava).
Para Carlos, el vino y respetar el viñedo y su entorno son principios que nacen en su niñez. «No puedo pensar en ningún recuerdo de infancia que no sea con la bicicleta, con la moto o …con olor a vino, porque vivíamos encima de la bodega” explica.
“Creo que donde naces, vives y cómo se respira vino en Rioja te marca. Siempre digo que en España hay grandes vinos en muchísimas zonas; pero donde de verdad se vive y se respira el mundo del vino es en pueblos como el mío”, agrega.
El vino se hace en la viña
Carlos trabaja ahora 40 hectáreas de viñedo, todas en Laguardia y en un radio de apenas cuatro kilómetros de la bodega.
La filosofía que inspira a la bodega desde 1998 (Carlos ya poseía 15 hectáreas de viña propia y decidió elaborar su primera añada en solitario), es ser fiel a la tradición familiar, trabajar solo con viñedo propio, dedicación absoluta al vino y ambición por obtener ‘vinos de viñedos únicos’ que reflejen su personalidad y la más alta calidad en cada uno de ellos.
Para el bodeguero «el vino se hace en la viña y por ello el mayor esfuerzo se concentra allí, en el conocimiento y comprensión de cada una de las fincas. A través de la viticultura intentamos obtener lo mejor de cada viña, la uva de la más alta calidad y la más representativa de cada terroir. Por ello, es en el viñedo donde se realiza el mayor esfuerzo y el trabajo más detallado, desarrollando siempre una viticultura respetuosa con la propia viña y el entorno que la rodea».
“Pensamos más en la tierra y en la historia que en la transformación en bodega. Todo lo que hacemos en bodega está pensado para que el vino no pierda su conexión con el viñedo. Creemos en la tierra”, apunta.
Las tierras de la DOC Rioja
Las parcelas de Pujanza son de las más altas de la DOC Rioja, de entre 450 y 720 metros, y de las más frescas de la denominación de origen, lo que contribuye a dar vinos con fuerte personalidad y potencia.
“Donde de verdad se vive y se respira el mundo del vino es en pueblos como el mío”. Carlos San Pedro
Pujanza es una bodega multipremiada a pesar de su juventud y su búsqueda de la excelencia obtiene el reconocimiento de sus vinos, todos ellos con un mínimo de 90 puntos Parker. Además Tim Atkin puntúa todos los Pujanza, por principio por encima de 92 puntos.
Los vinos son para San Pedro “como históricamente han sido siempre en esta zona. Frescos, para no enmascarar la fruta, y sutiles, pero con estructura para que dejen su peso en boca. Son armoniosos, sin aristas y con gran potencial de guarda. Nada sobresale sobre el conjunto. De ahí su elegancia.”
Los vinos de Pujanza
Pujanza Cisma es un vino complejo y maduro, equilibrado y elegante, con una crianza de 22 meses en roble francés y de limitada producción.
Procede de La Valcabada, viñedo centenario de la familia de Carlos San Pedro, con una extensión de 0,8 hectáreas y 600 metros de altitud, en un pequeño valle, rodeado de pequeñas colinas.
El viñedo cuenta con un microclima particular que le hace tener el carácter más mediterráneo de la bodega.
Pujanza Valdepoleo es un vino vibrante, fresco, elegante, muy sutil con crianza de 12 meses en roble francés.
Vino emblemático de la bodega que procede de uno de sus viñedos más singulares, con uva plantada en 1973, 117,5 hectáreas, y una altura media de 630 m.
Un viñedo dividido en siete parcelas trabajadas por separado desde la vendimia hasta el final de la crianza en barrica, cuando, a través de catas a ciegas, y el tamiz de Carlos San Pedro, se decide el porcentaje de cada parcela en el ensamblaje final.
Finca Valdepoleo 2015 obtuvo 95 puntos Proensa, 95 puntos James Suckling y 92 puntos Parker.
Pujanza Norte, con sus 12 meses en roble francés y 12 meses en depósito de hormigón, es uno de los vinos mejor considerados por casi todas las guías.
Procede de un singular viñedo de 2,7 hectáreas plantado en 1991, con vientos directos del norte y donde la roca madre de piedra caliza está tan solo a 50 centímetros de la superficie, lo que junto con la altitud (720 metros), le confieren una notable personalidad, fuerza, frescura y acidez.
Pujanza Hado es uno de los últimos retos, un vino franco y directo de variedad tempranillo que representa la zona de Laguardia con su frescura y tipicidad
Pujanza Norte 2016 fue vino del año y el mejor puntuado, con 100 puntos, en la Guía Proensa, 96 puntos Parker y vino cosechero por Tim Atkin.
Pujanza Hado es uno de los últimos retos, un vino franco y directo de variedad tempranillo que representa la zona de Laguardia con su frescura y tipicidad.
Es el único de los vinos de Pujanza que procede de varios viñedos, con crianza de 12 meses en barricas de roble francés
Pujanza La Paul es un tempranillo con crianza de 12 meses en barricas de roble francés y depósito de hormigón. última incorporación a la familia Pujanza.
La base de este vino está en la finca que lleva el mismo nombre, La Paul, situada en una ladera orientada al este en las faldas del pueblo de Laguardia.
Añadas Frías, blanco de edición limitada, es un viura 100%, sabroso, salino, impactante, con una crianza de 12 meses en roble francés.
Procede de San Juan de Portalatina, viñedo de 1,5 hectáreas y altitud de 600 m., dedicado en su parte más alta, a la «cabezada», de la variedad viura.
En los años más fríos, con ciclos de maduración largos, es cuando posee una mejor guarda, y cuando se comercializa.
El SJ Anteportalatina comparte viñedo con Añadas Frías, pero nunca añada.
Añadas Frías 2016 tuvo 97 puntos Proensa, 95 puntos Parker y vino cosechero por Tim Atkin.
SJ Anteportalatina: es un viura 100% de producción limitada. La parcela de la que procede, San Juan de Portalatina, fue replantada en 1989 con viuras de los viñedos familiares, que junto a la abundancia de caliza, inciden en el carácter de este vino, que transmite paisaje y terroir en nariz y enamora por su frescura, equilibrio y complejidad en boca.