El centro de Barcelona se convertirá en una supermanzana
El espíritu de Cerdà, el creador del Eixample en Barcelona, está presente en el diseño de las nuevas vías verdes y las futuras plazas que conquistarán el centro de la ciudad

Foto Ayuntamiento de Barcelona
El concepto de supermanzana, que nació en Barcelona y se expandió con éxito a otras ciudades de España como Vitoria y del mundo, revive en la capital catalana con una ambiciosa apuesta por convertir algunas calles del centro en paseos verdes.
La idea original de las supermanzanas consiste en restringir el tránsito de vehículos solo para residentes, y crear áreas de encuentro, ocio y socialización en el trazado, sumando desde árboles y arbustos hasta juegos infantiles y mesas.
La reducción del tráfico y la expansión de zonas verdes reduce la contaminación atmosférica y sonora, a la vez que regula las temperaturas.
La ideal del plan Cerdà
Idelfons Cerdà, el diseñador del Eixample de Barcelona, había planficado que cada manzana tenga dos laterales libres, y que en el centro haya huertos y jardines comunitarios.
Las calles Consell de Cent, Girona, Rocafort y Comte Borrell serán las primeras que se convertirán en paseos verdes
La especulación echó por tierra esa idea ecologista y sostenible (y estamos hablando de mediados del siglo XIX), y así el centro de la ciudad se encontró con que casi no tenía zonas verdes.
Incorporar las supermanzanas
Las iniciativas para crear interiores de manzanas abiertos ha recuperado en parte el espíritu de Cerdà, pero con el plan del ayuntamiento se pretende llevarla a un paso más allá, con la creación de nuevos carriles verdes y plazas.
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Estos cambios urbanísticos se sumarán a las supermanzanas que existen en los barrios de Poblenou, Sant Antoni y Horta, y a otras iniciativas que van desde la multiplicación de carriles bici (la idea es superar los 300 km) a las limitaciones al tránsito en avenidas como Gran Vía y Diagonal.
Las arterias que cambiarán
Los carriles verdes correrán a lo largo de las calles Consell de Cent (que va de norte a sur), Girona, Rocafort y Comte Borrell (desde el oeste hacia el este).
Este es el primer paso para extender el modelo de la supermanzana a todo el Eixample, con la transformación de 21 calles y la incorporación de 21 plazas en los cruces, cada una de 1.000 a 2.000 metros cuadrados.
Con estos cambios “se generarán 33,4 hectáreas de espacios para peatones y 6,6 hectáreas de verde urbano, de manera que una de cada tres calles sea un eje verde, y que cada vecino tenga acceso a uno de ellos o a una plaza a 200 metros de su casa”, precisaron en el ayuntamiento.
Cómo serán los carriles verde
Para los carriles verde, de las 40 propuestas se eligieron cuatro. La mejor clasificada, la UTE b67 Palomeras Arquitectes, SLP + Cierto Estudio, SCCLP, será la encargada de redactar el documento modelo para estos espacios, y estará a cargo de la renovación de la calle Consell de Cent.
Los otros clasificados incorporarán ideas al plan maestro, y encararán la reurbanización de las otras tres calles.
En los carriles verde solo podrán circular los vehículos que tengan a esa calle como destino final, y a no más de 10 km/h
A grandes rasgos, las características de estas nuevas calles tendrán un “protagonismo absoluto del peatón”, donde solo los vehículos privados con destino hacia algún punto de la arteria tendrán acceso, y a no más de 10 km/h.
Que las calles sean espacios para socializar
No habrá bordillos porque todo el plano estará a un mismo nivel; el asfalto será reemplazado por pavimentos de materiales reciclados y se plantarán numerosos árboles y arbustos pero sin impedir la circulación peatonal.
La idea es que las calles tengan zonas de encuentro y descanso para fomentar la vida vecinal, con zonas de carga y descarga y de gestión de residuos más amables, y que se aproveche el agua de la lluvia y los sistemas fotovoltaicos para dotar de recursos sostenibles.
Las futuras plazas
El proyecto de 21 plazas en el Eixample tendrá cuatro espacios como punto de partida. Estas se encontrarán en los cruces de Consell de Cent con Rocafort, Comte Borrell, Enric Granados y Girona.
Estas intersecciones contarán con áreas de descanso y juegos, que parecerá tanto un jardín vecinal como un microparque.
Cada una con sus características
Cada plaza será diferente, en la de Rocafort los usos se organizarán de forma concéntrica, mientras que en Comte Borrell se plantarán 16 árboles para dotar de más naturaleza a la zona.
En la de Enric Granados se unificará la nueva zona verde al jardín del seminario y en la de Girona se prevé un crecimiento de las áreas destinadas a la vegetación.
Un proyecto de dos años
La hoja de ruta de esta renovación urbanística seguirá así: en febrero del año que viene terminará la elaboración de los proyectos ejecutivos y en junio comenzarán las obras, que se extenderán hasta el 2023.
El gobierno municipal prevé invertir 37,8 millones de euros en esta iniciativa que cambiará la cara del Eixample.