El reino del silencio: 12 rincones mágicos para bucear y sentirse como un pez más
Ya sea en las costas del Mediterráneo, Galicia o en Canarias estos sitios son la puerta a un mundo secreto de luz tenue, silencio y una fauna marina impactante

Hay un mundo para descubrir bajo el mar. Foto Turismo de Andalucía
Gafas, aletas, neopreno, aire comprimido y acción. España es un paraíso para el buceo. Y no es que lo digamos nosotros, que también. Miles de kilómetros de costa, casi 8.000, varios mares -Cantábrico, Atlántico, Mediterráneo- que dan lugar a diferentes hábitats submarinos, un clima cálido que permite las inmersiones durante todo el año y una especial protección a los hábitats a través de la figura de las reservas marinas hacen del país el destino ideal para submarinistas.
Aunque es un deporte apto para prácticamente cualquier persona (y desde los 8 años como norma general), antes de lanzarse al mar es necesario tener algunas nociones. Existen muchas escuelas que realizan desde los cursos más elementales y los ‘bautizos’ de buceo a programas para diferentes niveles y se encargan de gestionar los permisos y los traslados en barco desde la costa.
Qué hace falta para bucear
Para practicar buceo recreativo es necesario contar con una certificación que acredite que se posee la formación necesaria -hay una docena de niveles, desde el más básico al de buceador profesional-. También se pide el libro de inmersiones.
Es necesario, además, contar con seguro, así como un equipo (neopreno, gafas, aletas, botellas de aire comprimido, etc.). Si eres principiante o aficionado (a partir del título Open Water), te resultará más cómodo alquilarlo al mismo centro de buceo en el que contrates la actividad o el curso. Del mismo modo, se encargará de gestionar el seguro y los permisos.
También te pedirán una declaración responsable sobre el estado de salud a través de un cuestionario para garantizar que no se corre peligro.
Solo en la provincia de Almería hay hasta dos reservas marinas protegidas, Cabo de Gata-Níjar y la Isla de Alborán
Tanto los centros como los clubes de buceo organizan todo tipo de actividades que van desde las inmersiones recreativas a la arqueología subacuática -por ejemplo, para bucear entre antiguos barcos naufragados- a la fotografía submarina.
Una vez chequeados todos estos puntos, veamos los mejores lugares para lanzarnos a bucear.
Cabo de Gata-Níjar, Almería
En una de las costas más salvajes de Andalucía, en la provincia de Almería, la zona de Cabo de Gata-Níjar es una de las mejores opciones para bucear. Alberga las praderas más meridionales de posidonia oceánica, formas coralinas y llamativos peces de colores y abundan cuevas, arrecifes y grutas submarinas.
Hay varios centros de buceo que proponen rutas en barco que te llevan a calas prácticamente vírgenes como San Pedro, en la zona de Las Negras, o la Cueva del Francés, entre La Isleta del Moro y San José.
Isla de Alborán, Almería
Antes de salir de Almería nos detenemos en la isla de Alborán. Se trata de un islote volcánico, Reserva Marina desde 1997, que se ubica en el área de transición entre las aguas mediterráneas y las atlánticas, lo que da lugar a ecosistemas de elevada diversidad.
Al estar en alta mar, con un poco de suerte se pueden ver también delfines y grandes cetáceos.
Cabo de Palos, Murcia
Pasamos a Murcia, a Islas Hormigas, donde se puede bucear sobre grandes praderas de Posidonia oceánica y montañas submarinas, entre enormes meros y espetones y, de vez en cuando, sorprenderse con peces luna o águilas marinas.
Los más aventureros pueden jugar a explorar barcos hundidos, como el transatlántico italiano Sirio, naufragado en 1906 frente a las costas de Cabo de Palos.
Cabo Tiñoso, Murcia
Entre La Azohía y Cabo Tiñoso, en un litoral abrupto de imponentes acantilados de hasta 200 metros sobre el nivel del mar, se encuentra otra de las zonas más hermosas para el buceo en España.
Sus paredes descienden hasta los 70 metros de profundidad y generan impresionantes fondos que sirven de hábitat a una gran variedad de flora y fauna marinas, así como extensas praderas de posidonia. También existen cuevas de diferente tamaño y aptas para el buceo.
Se puede escoger, en función de la dificultad, inmersiones como las de El Arco, Cala Cerrada, Cala Abierta, El Muellecico, Cabo Falcón y Cabo Tiñoso.
Isla de Tabarca, Alicante
El hogar de la primera reserva marina de España, creada en 1986, ha logrado conservar sus fondos para hacer del buceo aquí una experiencia alucinante.
Sorprende la cantidad y variedad de especies que pueden verse a tan poca profundidad, sobre enormes praderas de posidonia y entre aguas de increíbles tonalidades turquesas.
Se puede llegar a la isla en barco desde Alicante, Santa Pola o Benidorm y, una vez en el agua, admirar meros (la zona es un auténtico paraíso para esta especie), bancos de barracudas e incluso pecios hundidos.
Islas Columbretes, Castellón
El archipiélago de las Columbretes lo forman 4 grupos de islotes de origen volcánico: La Grossa, la Ferrera, la Foradada y el Carallot. Es Parque Natural desde 1988 y Reserva Marina desde 1994 y consta de unas 4.400 hectáreas protegidas.
A 27 millas náuticas de Alcossebre, desde donde suelen salir los barcos -también desde Castellón-, su atractivo reside en las abruptas paredes verticales en torno a los islotes, en las que destacan especies como el coral rojo y la langosta roja, así como poblaciones de gorgonias rojas únicas en el Mediterráneo.
En cuanto a los peces, es fácil bucear entre meros, corbas, doradas, nacras, sargos, morenas, castañuelas, salmonetes, peces verdes, corvinas, barracudas, bogavantes y mantas. En ocasiones es posible cruzarse con delfines.
Islas Medes, Girona
Declarado Parque Natural Protegido en 2010, las Islas Medas son un paraíso para el buceo, plagado de vida y de paisajes únicos. A tan solo un km de la playa del Estartit, se compone de siete islas: el Medallot, la Meda Pequeña, la Meda Grande, las Ferrenellas, el Tascó grande, el Tascó pequeño y el Caballo Bernard.
La zona atrae a todo tipo de buceadores, desde principiantes a aficionados a la espeleología submarina que itinerarios a través de cuevas, entre ellas la cueva de la Vaca, la cueva de la Sardina o el túnel de la Pedrosa, así como visitas a alguno de los barcos hundidos en la zona (el Reggio Messina o el Avenire).
En cuanto a la fauna submarina, destacan los bancos de barracudas, meros, serviolas y salpas y, quizás, águilas de mar, peces luna y atunes.
Cala Ratjada, Mallorca
Al este de la isla de Mallorca, Cala Ratjada sorprende con cuevas submarinas y praderas de posidonia oceánica, donde bucear entre meros y langostas rojas, entre muchos otros.
Las inmersiones se realizan principalmente desde Cala Lliteras donde se encuentran algunos de los mejores fondos. Otros puntos interesantes son el conocido como ‘Queso’, ‘La catedral’ o ‘La mula’.
Islas Cíes, Pontevedra
A 14 kilómetros del municipio de Vigo, en las Islas Cíes, en pleno Parque Nacional de las Illas Atlánticas, espera una extraordinaria experiencia de buceo ya que es, junto al del Archipiélago de la Cabrera, el único Parque Nacional marítimo terrestre en España.
De gran riqueza ecológica, sus aguas cristalinas están llenas de vida. Además de moluscos en las zonas rocosas, como lapas, percebes y mejillones, en sus bosques de algas pardas encuentran refugio pulpos, nécoras, bogavantes o congrios, entre otras especies.
En las zonas arenosas viven vieiras, volandeiras o rayas, que se camuflan bajo la arena, mientras que en los puntos con fondos de maërl se cobijan almejas, lanzones y sepias, así como navajas y zamburiñas.
La Restinga, El Hierro
En el conocido como Mar de las Calmas, en la isla canaria de El Hierro, se encuentra la Reserva Marina de La Restinga.
Lo interesante del buceo es que se pueden ver especies de alta mar como el tiburón ballena y la manta diablo, así como tortugas marinas y delfines.
Isla Graciosa
Al norte de la isla canaria de Lanzarote, la Graciosa y los islotes del Archipiélago Chinijo (Montaña Clara, Roque Oeste, Roque Este y Alegranza) conforman la reserva marina de La Graciosa, una de las más grandes de Europa, con 70.439 hectáreas.
Sus aguas en invierno nunca bajan de los 18º lo que da lugar a un variado y colorido fondo marino repleto de esponjas y gorgonias rojas y amarillas. Se pueden ver peces globo, trompeta o ballesta, así como tiburones Angel, en peligro de extinción.
La Palma
Terminamos el recorrido en La Plama y sus espectaculares fondos marinos de origen volcánico que alcanzan los 1.000 metros de profundidad.
La cálida temperatura del atlántico oriental, entre 19°C y 26°C, da lugar a un entorno subtropical, con fondos de anémonas y especies como el delfín mular y la tortuga boba. Además, cuenta con una extraordinaria visibilidad de hasta 40 metros.