La justicia avala que Coca Cola reconvierta Fuenlabrada en un centro logístico

El tribunal rechaza el recurso de CCOO, que argumentaba que los trabajadores reincorporados no realizan las tareas que tenían asignadas

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El Tribunal Supremo ha confirmado el fallo de la Audiencia Nacional, y considera que el proceso de readmisión de los trabajadores de la planta de Coca-Cola en Fuenlabrada (Madrid) fue correcto. Con esta sentencia, aprueba la decisión de la embotelladora de reconvertir su planta de Fuenlabrada en un centro logístico.

El cuerpo judicial desestima el recurso presentado por el sindicato Comisiones Obreras (CCOO), que había acusado a la empresa de mentir y había solicitado que los trabajadores realicen las tareas que la embotelladora se había comprometido a asignar.

El Supremo ha avalado la decisión adoptada por la Audiencia Nacional en septiembre de 2015, que ya consideró que la compañía se había ajustado a Derecho a la hora de readmitir a estos empleados, tras declarar nulo el ERE aprobado en 2014.

Esta decisión no fue unánime: dos de los miembros de la Sala emitieron votos particulares discrepantes y un tercero emitió un voto particular concurrente -es decir, que estaba de acuerdo con el fallo, pero no con la argumentación mayoritaria-.

La justicia le ha dado la razón al dictamen de la Audiencia en todos los puntos, excepto en uno que afectaba a las condiciones salariales y de contratación de 34 empleados. Ante ello, el Supremo dijo que estos temas tenían que resolverse en forma colectiva, no de manera individual como había planteado la Audiencia.

Coca Cola abandonó la producción en Fuenlabrada

El conflicto entre los sindicatos y Coca-Cola arrancó en 2014, cuando fue aprobado un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectó a más de 800 trabajadores, en su mayoría trabajadores del centro de Fuenlabrada. Pero el Supremo lo declaró nulo y obligó a readmitir a los empleados.

Coca Cola había argumentado que Fuenlabrada había dejado de ser un centro de producción y pasó a ser un punto logístico, los empleados se vieron obligados a realizar tareas de almacenamiento, manipulación de vidrio y labores de investigación y desarrollo.

CCOO se ha quejado por este cambio de labores: «La única actividad que tiene este centro es el de pasar botellas vacías a cajas», ha asegurado mismo el secretario general del sindicato de Madrid, Jaime Cedrún, para quien la empresa también incumple su compromiso de montar un gran proyecto de innovación en sus instalaciones.

Los representantes sindicales anunciaron que seguirán apelando ante el Constitucional e incluso ante Estrasburgo para defender sus derechos.

La empresa, por su parte, ha señalado en un comunicado que valora la resolución del Supremo, ya que le permitirá «cerrar el proceso de reordenación industrial iniciado tras la integración de los siete embotelladores ibéricos», y que posteriormente fusionaron con otras europeas para formar Coca-Cola European Partners (CCEP).
 

Economía Digital

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