Nissan presiona para llevarse modelos Renault de España al Reino Unido

La planta de Sunderland quiere ensamblar el Kadjar y el Captur, que se producen en las plantas del fabricante francés en Valladolid y Palencia

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La fábrica de Nissan en Sunderland trata de pescar en la reestructuración de la alianza Nissan-Renault. La nueva organización ya supondrá el cierre de la planta que la firma japonesa tiene en Barcelona, según la prensa del país, pero podría no ser el único golpe a la automoción española. Con el nuevo equilibrio de poderes, la empresa nipona quiere que el Renault Kadjar y el Renault Captur, que se elaboran en las instalaciones de la marca francesa en Palencia y Valladolid, se hagan en el Reino Unido.

La información fue adelantada este jueves por el Financial Times. La mudanza se enmarcaría dentro del plan que la alianza presentará el 28 de mayo con el que, presumiblemente, se incrementarán las sinergias entre las dos firmas tras meses de tensiones surgidas después de la detención de Carlos Ghosn, ex consejero delegado de la alianza, a comienzos de 2019.

Además de cerrar la planta de Cataluña, Nissan quiere retirarse de Europa pero mantener la fábrica de Sunderland (Reino Unido). El centro que ensambla modelos como el Nissan Qashqai tiene una capacidad para 500.000 vehículos anuales, aunque solo saque a la carretera alrededor de 350.000 unidades por ejercicio. El vacío pretende llenarlo con automóviles que Renault tiene en otras plantas.

Así, ha puesto sus ojos en los dos vehículos estrella de las fábricas españolas. Como argumento a su favor, la empresa japonesa aduce que dispone de la plataforma necesaria para producirlo. No obstante, carece de capacidad para hacer frente a la demanda actual del Renault Kadjar y el Renault Captur.

Renault invirtió 750 millones en España entre 2017 y 2020

Aunque Renault asegura que no comenta rumores, otras fuentes del sector consultadas por Economía Digital sí tratan de esclarecer las posibilidades de que las plantas españolas pierdan ambos modelos. A su parecer, son pocas. Para empezar la firma gala invirtió 750 millones de euros entre 2017 y 2020. «Además, tienen la mayor fábrica de motores del grupo justo al lado», añaden.

El Renault Captur representa el 100% de la producción de la fábrica de Valladolid y a finales de 2019 se comenzó con el lanzamiento de la nueva versión. Mientras, el Renault Kadjar supera el 50% de las unidades que se ensamblan en Palencia. «Los modelos no caben en Sunderland», aseguran. La dirección local tiene una visión a largo plazo, más al comprobar que se ha creado una nueva fábrica de inyección de aluminio y ya se trabaja en versiones eléctricas.

«La empresa no nos ha comentado nada, en los medios existen muchas especulaciones», dicen fuentes sindicales a este medio, a la espera de ver como la alianza Nissan-Renault se recompone a finales de mayo.

La repatriación de modelos de Renault

El órdago británico no fue la única amenaza a las plantas españolas de Renault de la semana. En una entrevista concedida a BFM Business, el ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, explicó que pedirá a las marcas galas la relocalización de modelos a cambio de incentivos para la adquisición de coches. «Así volveremos a construir una industria automovilística fuerte», aseguró.

«La industria automovilística francesa se ha deslocalizado demasiado y debe echarse atrás», añadió el dirigente. El aviso iba dirigido a todas las marcas galas, pero con Renault el Gobierno francés tiene un as en la manga: posee el 15% de su capital.

A pesar de las alertas iniciales, la prensa francesa asegura que el mensaje iba dirigido hacia el Renault Clio, que se fabrica en Turquía y Eslovenia. Queda por ver, eso sí, como será posible rentabilizar la fabricación de un coche con tan poco margen en la República y si la imposibilidad de hacerlo no termina por impactar en las plantas españolas.

Economía Digital

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