Los españoles pierden 8.600 millones de poder adquisitivo por la crisis energética y de materias materias

Los cuellos de botella en las cadenas de suministro y el alto coste de la energía podrían afectar la recuperación y reducir en cinco décimas el crecimiento de la economía española

Exportaciones EFE

Exportaciones. EFE

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La crisis energética desatada por el encarecimiento de la electricidad y la crisis de materias primas por los cuellos de botella de suministros a escala internacional está afectando al bolsillo de los españoles al conllevar una pérdida de poder adquisitivo de 8.600 millones de euros.

Este es el cálculo realizado por la la Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas) sobre la afectación de los dos principales principales factores que le han llevado además a rebajar en 1,2 puntos su previsión de crecimiento para este año, desde el 6,3% que estimaba en julio al 5,1% actual, alejado del 6,5% que calcula el Gobierno.

Los expertos de la fundación alertan de que el encarecimiento de la electricidad y otros productos energéticos, sumados a los cuellos de botella en las cadenas de suministros globales como los semidconductores, los metales y los minerales seguirán ejerciendo una presión sobre la inflación.

Y todo ello en un contexto en el que el IPC adelantado del mes de octubre ha escalado hasta el 5,5%, su mayor tasa desde 1982, según los datos publicados por el INE, con la consecuente repercusión en la pérdida de compra de, por ejemplo, pensionistas y funcionarios, que este año vieron revalorizados sus pensiones y sueldos un 0,9%.

Posible impacto de cinco décimas de PIB

El encarecimiento de los costes de producción entraña otro riesgo inmediato, y es que, según el organismo, de persistir más allá de lo que incorporan sus previsiones, en torno a la próxima primavera, los hogares y las empresas se enfrentarían a recortes de poder adquisitivo que restarían vigor a la demanda.

Todo ello podría llegar a reducir incluso el crecimiento de la economía española en cinco décimas, unos 6.000 millones de euros, respecto a la previsión de un avance del PIB del 6% que calcula Funcas para 2022.

«Esta es una perspectiva que no es descartable, el ciclo alcista de costes podría ser más persistente de lo previsto», alerta Funcas, además de las tensiones en el mercado del gas y de la electricidad, ahora sube el petróleo y se deprecia el euro frente al dólar).

Escasez de oferta ante una alta demanda: suben los precios

El director de Coyuntura de Funcas, Raymond Torres, explicó que las empresas conservan unas buenas expectativas y la cartera de pedidos se sitúa en niveles elevados, con un nivel de pedidos en máximos desde 1998, si bien no se puede atender a ese nivel de demanda por el retraso en los suministros.

Los precios de producción crecieron un 23,6% en septiembre, y sin la energía un 8,8%, destacando los bienes intermedios, que suben un 16,8%, y los precios de la energía un 56,3%, lo que provoca la pérdida de poder adquisitivo de 8.600 millones e influye al alza en el IPC.

De hecho, el índice de la inflación subyacente del dato adelantado de octubre, que excluye a los componentes más volátiles como los alimentos no elaborados o la energía, aumenta cuatro décimas, hasta el 1,4%, lo que da una idea del gran impacto de la evolución del precio de la electricidad en los precios.

Parón de la producción

Aunque la mejora económica y la reanudación de la actividad han permitido mantener la mejora global de facturación de la industria, con un alza del 17,1% en agosto respecto a hace un año, en plena desescalada, algunos sectores acusaron la crisis energética y de materias primas.

La afectación se concentró sobre todo en los bienes de equipo, cuya facturación cayó ya un 6,2% en agosto, principalmente por el notable desplome del 51,7% registrado en la facturación del sector de la construcción naval, ferroviaria, aeronáutica y espacial y de vehículos de combate, según los datos publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE), recopilados por Economía Digital.

Se constata ya una afectación clara en algunos sectores de los problemas existentes a escala internacional en las cadenas de suministro ante el aumento de la demanda y la producción limitada, en un contexto de aumento del proteccionismo, que ha llevado a una falta de materiales y problemas de desabastecimiento en la industria.

El Banco de España ya alertó de que esta crisis de materias primas y cuellos de botella, que ha provocado un incremento de precios, podría propagarse también a los servicios, sobre todo al comercio, el transporte y algunos servicios profesionales.

Por el momento la escasez de componentes básicos en la industria manufacturera europea ha afectado especialmente a Alemania, y en general a la industria del motor, pero ya está repercutiendo en España con el parón de algunas producciones y el alza de precios, a lo que se une la crisis energética con un precio de la electricidad en máximos históricos, lo que en conjunto podría dañar la recuperación.

De hecho, la crisis de materias primas y la subida de la luz ha paralizado ya al 39,5% de las empresas de construcción, según datos de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC) y está afectando a la recuperación de las empresas.

Sergio Martín de Vidales Diago

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