El Gobierno pierde el control sobre dónde se instalan los puntos de recarga para coches eléctricos

La penetración del vehículo eléctrico en España es lenta, pero avanza. La tecnología es madura, y pese a las quejas sobre su poca autonomía, la realidad es que ya existen modelos muy competitivos. El problema sigue siendo la infraestructura. Un apartado donde el Gobierno ha perdido el pulso. 

Han existido diversas iniciativas para desarrollar la red de puntos de recarga. Una de las más ambiciosas la planteó el Gobierno con la promulgación del RD 29/2021. 

El objetivo era que para el 1 de enero de 2023 hubiera un punto de carga por cada 40 plazas de parking en todos los aparcamientos no residenciales privados que tengan más de 20 plazas.   

Además, se debería disponer de un punto de carga extra por cada 40 plazas disponibles; es decir, un parking para más de 40 vehículos tendrá dos cargadores, uno para más de 80 ofrecerá tres, y así sucesivamente. También se añadirán estaciones de carga en los aparcamientos de más de mil plazas por cada 100 espacios. 

Se trataba de un reto imposible de conseguir. El propio Gobierno lo asumió. No promovió ninguna medida sancionadora en caso de no cumplirse; y desarrolló una subcomisión en el Congreso de los Diputados para determinar qué problemas existían en el desarrollo de estas infraestructuras.

Los problemas aparecen ahora. Según ha podido conocer ECONOMÍA DIGITAL en fuentes del sector, el Gobierno ha perdido el control sobre esos lugares y espacios que, según el real decreto, deberían haber puesto un punto de recarga. Al no haber un control, esos parques comerciales, hospitales o supermercados que deberían tenerlos, no se conoce su desarrollo.

En cuanto a la subcomisión, que dependía del Ministerio de Industria, se disolvió con el anuncio electoral, y no quedó reflejada ninguna conclusión tras las reuniones que tuvieron lugar. 

Muchas cuestiones en el aire 

Este real decreto no ha sido lo único que se ha quedado en el aire. Hace dos veranos, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se puso al frente del Grupo de Gobernanza para el seguimiento del despliegue de Infraestructura del Vehículo Eléctrico (Gtirve). Al menos, en la fotografía. Un año y medio después, y tras otro par de fotos, el desarrollo de puntos de recarga en España está estancado. El sector se muestra preocupado por la velocidad.  

Hace unos meses, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (Idae) quiso dar promoción en redes sociales a las conclusiones que se han gestado tras el trabajo de este ‘grupo’. De igual modo, existe un documento con ‘preguntas frecuentes’ sobre la evolución del despliegue de infraestructuras. En ambos casos, se trata de información estéril y que no aporta más de lo que se ha publicado por otras vías, aseguran fuentes del sector a ECONOMÍA DIGITAL.  

Sobre el balance del trabajo y las recomendaciones, agentes que han estado presentes en las reuniones aseguran que todo el trabajo ha quedado a medias. Señalan que este año, bajo el calendario previsto de legislatura, se podría haber acelerado más. Sin embargo, con la convocatoria electoral, todo se frenó. Y ahora nadie sabe muy bien qué se hará con lo poco que se había avanzado.  

Y todas las visiones van en esta línea. Las fuentes consultadas estiman que había muy buenas intenciones cuando el año pasado se hicieron las fotografías, pero el resultado final ha sido insuficiente a todas luces. El mejor ejemplo es que no hay cifras oficiales reales sobre puntos de recarga en funcionamiento dado que el descontrol es absoluto.