La Agencia Internacional de la Energía baja sus previsiones sobre la demanda eléctrica para 2022

La AIE prevé que la demanda eléctrica solo crezca un 2,4% durante este año

Tendido eléctrico perteneciente a red eléctrica, en Bilbao. EFE

En la imagen, eendido eléctrico perteneciente a red eléctrica, en Bilbao. EFE

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La Agencia Internacional de la Energía (AIE) baja sus previsiones sobre la demanda eléctrica para 2022 por la guerra en Ucrania. La AIE prevé que la demanda global de electricidad, que en 2021 dio un salto del 6% por el parón durante la pandemia, crecerá un 2,4% este año, un ritmo similar al de 2015-2019, pero menos de lo que anticipaba a principios de año.

Esa revisión a la baja se explica sobre todo por el efecto de la invasión rusa de Ucrania y la consiguiente ralentización económica, en particular en Europa, matiza la AIE en un informe sobre el mercado de la electricidad publicado este miércoles que actualiza sus proyecciones de enero.

Europa, la más afectada

Europa será la región del mundo con una tasa de crecimiento de la demanda eléctrica más baja en 2022, por debajo del 1%, y también con la mayor corrección respecto a las expectativas a comienzos de año.

Por el contrario, en el continente americano, el consumo de electricidad aumentará este año casi un 2 %, una proyección superior a la que la AIE hacía en enero y que se explica sobre todo por la rápida recuperación económica en Estados Unidos. El tirón en ese país, con un alza del 2 % este ejercicio, contrasta en América con la corrección a la baja de las expectativas en los otros dos gigantes del continente: México (2,3 %, en lugar del 3,6 %) y Brasil (1,5 % en lugar del 4 %).

Nuevas capacidades renovables

La AIE calcula que este año se alcanzará un segundo récord consecutivo de nuevas capacidades renovables para generar electricidad en el mundo, que producirán un 10 % más kilovatios que en 2021, lo que significa que su cuota subirá a un nuevo máximo del 30 %.

En la imagen, un molino de la provincia de Zaragoza. EFE/JAVIER BELVER

Una demanda menos boyante de lo que se esperaba va a contribuir a reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) derivadas de la producción de electricidad en torno a un 0,3 % este año y un 1 % en 2023. No obstante, sí habrá un aumento de estas emisiones en Europa debido a una mayor utilización de las centrales de carbón para paliar el costo de funcionamiento de las de gas.

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