Las aerolíneas prevén reducir sus pérdidas a 9.214 millones en 2022, un 16 % menos

La guerra en Ucrania y el encarecimiento del coste del combustible han ralentizado la recuperación económica del sector

Un avión de la aerolínea española Plus Ultra. EFE/EDUARDO CAEVRO

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La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) ha mejorado sus previsiones para el sector en 2022 y espera que las pérdidas sean un 16% inferiores a las apuntadas inicialmente, al pasar de 11.600 millones de dólares (11.020 millones de euros) a 9.700 millones (9.214 millones).

Tras un año más de pérdidas, aunque ya muy inferiores a las de 137.700 millones de dólares en 2020 y de 42.000 millones en 2021, la rentabilidad de toda la industria «parece estar al alcance de la mano» en 2023, según IATA.

De hecho, a pesar del alza del combustible, se espera que América del Norte ya vuelva a ser rentable en 2022, generando unas ganancias de 8.800 mil millones de dólares, ha señalado este lunes su director general, Willie Walsh, en la 78 Asamblea General Anual de la IATA.

En Europa, que se está acercando a la rentabilidad en 2022, la guerra entre Rusia y Ucrania seguirá alterando los patrones de viaje dentro del continente y entre éste y Asia-Pacífico, aunque no se espera que el conflicto descarrile la recuperación de los viajes.

Se espera que los ingresos de la industria alcancen este año los 782.000 millones de dólares, un 54,5 % más que en 2021, recuperando el 93,3 % de los niveles de 2019, de los que 498.000 millones provendrán de la venta de billetes, más del doble de los 239.000 millones generados en 2021.

La IATA prevé que este año se alcancen los 3.800 millones de pasajeros, recuperando el 82,4% del tráfico de 2019 y que se operen 33,8 millones de vuelos, lo que representa el 86,9 % de los niveles prevocovid (38,9 millones de vuelos).

Costes del combustible

«Es un momento para el optimismo, incluso si todavía hay desafíos en los costos, particularmente el combustible, y algunas restricciones persistentes en algunos mercados clave», ha agregado Walsh.

A su juicio, la reducción de las pérdidas es el resultado de «un arduo trabajo para mantener los costos bajo control a medida que la industria avanza».

Los costes han aumentado un 44% respecto a 2021, hasta 796.000 millones de dólares, de los que 192.000 millones corresponden al combustible, que eleva su peso del 19 % en 2019 al 24 % en la actualidad.

La guerra en Ucrania mantiene altos los precios del barril Brent y una característica particular del mercado de combustible de este año es el alto diferencial entre los precios del crudo y el empleado por los aviones, principalmente debido a limitaciones de capacidad en las refinerías.

Las inversiones insuficientes en esta área podrían significar que el diferencial se mantenga elevado hasta 2023 y, al mismo tiempo, es probable que los altos precios del petróleo y el combustible hagan que las aerolíneas mejoren su consumo, ya sea mediante el uso de aeronaves más eficientes o con decisiones operativas, ha apuntado.

La mano de obra es el segundo coste operativo más alto para las aerolíneas y se espera que el empleo directo en el sector alcance los 2,7 millones, un 4,3 % más que en 2021 a medida que la industria se recupere de la importante disminución de la actividad en 2020.

Sin embargo, el empleo todavía está algo por debajo de los 2,93 millones de 2019 y se espera que permanezca en este nivel durante algún tiempo. 

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