No solo afecta a los supermercados: la huelga de transportistas da la puntilla a la gran industria

Las dificultades de la última semana se suman a la inflación de la segunda mitad de 2021, la escalada de los precios de la energía y la guerra de Ucrania en un año para olvidar

Un centenar de camioneros ha protagonizado este viernes una marcha lenta de cabezas tractoras por diversas vías de la comarca barcelonesa del Baix Llobregat y posteriormente se han concentrado en la Zona Franca, durante la quinta jornada de huelga de transporte en protesta por el alto precio de los combustibles. EFE/Quique García

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La primera en levantar la voz de alarma por la huelga de transportistas fue la industria alimentaria. El sector lácteo detuvo la mayoría de sus fábricas, los pescadores advirtieron que centenares de toneladas de pescado se encuentran encerradas en lonjas y los agricultores tirarán buena parte de la fruta si no consiguen repartirla. Sin embargo, la gran industria es también víctima de los problemas logísticos; la puntilla tras la escalada de los precios durante la segunda mitad de 2021 y la invasión de Ucrania.

Este viernes, las principales industrias del país elevaron un manifiesto para pedir al Gobierno que ponga fin al paro de los transportistas. El comunicado iba firmado por ANFAC (Automoción), AOP (Refino), ASPAPEL (Papel), FEIQUE (Química y Farmacia), FIAB (Alimentación y Bebidas), OFICEMEN (Cemento) y UNESID (Siderurgia).

«Los graves problemas para mantener la actividad industrial y la libre circulación de mercancías se han traducido en paradas de fábricas de todos los sectores con un impacto económico muy elevado en la economía española. Los problemas van a ir a más si no se frenan las acciones violentas, con consecuencias irreparables», lamentaba la asociación.

Por ello, el grupo patronal pidió al Ministerio del Interior que permitiese la libre circulación de mercancías, pero que escuchase también las demandas de los transportistas. «Debe impulsar cuanto antes medidas contundentes para rebajar el precio de los combustibles, como han hecho en otros países europeos, y adelantar las medidas que tenga previstas para el plan de choque del 29 de marzo, pues es ahora cuando son necesarias», añadió.

La nota se suma a la petición que hizo la industria electrointensiva esta misma semana sobre los precios de la energía, que alcanzaron incluso picos de 700 MWh durante algunos momentos de la pasada semana. La Federación Empresarial de la Industria Química Española (FEIQUE) y la Unión de Empresas Siderúrgicas (UNESID) pidieron por carta medidas urgentes al comisario de Mercado Interior de la Unión Europea, Thierry Breton, y a la comisaria de Energía, Kadri Simson, para evitar cierres traumáticos. «Es la única medida viable y con impacto para poder mantener la actividad industrial y el empleo», advertían.

«Empresas como AcerinoxArcelormittalCelsaMegasaFerroglobe y Siderúrgica Balboa ya han tenido que parar algunas de sus instalaciones y, de seguir esta deriva, se verán obligadas a poner en marcha expedientes de regulación temporal de empleo (ERTES)”, señalaba el comunicado.

Por ello, ponen el foco en el próximo Consejo de Europa, que se celebrará los días 24 y 25 de marzo para que se reforme el mercado marginalista eléctrico y se desacople el precio de los combustibles fósiles. «Es la única medida viable y con impacto, e imprescindible para poder mantener la actividad industrial y el empleo en España».

La inflación registrada en la segunda mitad de 2021 había convertido ya a la Unión Europea en un destino lleno de costes para fabricar. Y la guerra en Ucrania no hizo nada más que empeorar la situación. Así lo avisa el director general de la Asociación de Empresas con Gran consumo de Energía (AEGE)Fernando Soto: «La situación es caótica y catastrófica», explicaba hace pocos días en una conversación con Economía Digital.

Los supermercados, afectados por el paro de transportistas

El paro de transportistas fue la gota que colmó el vaso a una industria ya golpeada en los últimos meses. La alimentación fue la primera en notar sus consecuencias y el paro afecta ya a la mayor parte de secciones de frescos. Frutas, hortalizas y lácteos son los primeros perjudicados de un paro liderado por autónomos y pymes, pero que no está secundado por ninguna de las grandes asociaciones de transporte de España.

La Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil) advirtió este miércoles en un comunicado que la industria suspenderá su actividad debido al impacto de los piquetes en el transporte por carretera. «La industria láctea española se ve abocada a suspender su actividad trasformadora como consecuencia de la huelga de transportes que se viene desarrollando en los tres últimos días», lamentó.

 Así lo advirtió también la Asociación de Empresarios Mayoristas de Frutas y Hortalizas de Barcelona (Agem), que aglutina a 150 empresas del sector hortofrutícula de Mercabarna. Aunque no hay un desabastecimiento generalizado todavía, este miércoles ya se comenzó a notar la caída de la actividad.

En un comunicado emitido este jueves, el Comité de Productos del Mar de AECOC pidió «el cese de las coacciones y acciones violentas» contra los transportistas no adheridos al paro. Según la organización, actualmente hay cientos de toneladas que no se pueden descargar por la presión de los huelguistas en las lonjas.

Carles Huguet

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