Arbitraje financiero: qué es y qué tipos existen

Las acciones de Grifols en un panel de la bolsa de Madrid. – EFE/ Vega Alonso

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Dentro de todos los conceptos que juegan un papel importante en el ámbito mercantil, el arbitraje financiero es uno de los términos más relevantes a nivel global. Se trata de una estrategia de inversión que gira en torno a la intención de aprovechar las diferencias de precio de un mismo activo en distintos mercados financieros en un momento dado.

Una estrategia que no engloba únicamente a los mercados, sino también a cualquier otra plataforma de negociación.  Un tipo de operación que se lleva a cabo para aprovechar situaciones de ineficiencia en los mercados, puesto que se basa en aprovechar las diferencias de cotización de valores que coticen en la misma bolsa, o de un mismo valor que esté cotizando en bolsas diferentes.

Todo lo que debes saber sobre el arbitraje financiero

Precisamente por esto que acabamos de contar, el objetivo principal de este arbitraje financiero gira, en resumidas cuentas, en torno a comprar el activo en el mercado más barato y venderlo en el más caro con el único objetivo de obtener una ganancia económica. No obstante, todas estas operaciones dependen no solo del tipo de activo, sino del mercado en el que se realice el mercado. Y por ello, nos topamos con distintos tipos de arbitraje financiero.

En primer lugar, destaca el arbitraje de precios, el cual consiste en el objetivo general: comprar un activo en un mercado donde su precio es bajo es venderlo en otro donde su precio es alto. Esto depende de las diferencias de precio con las que podemos toparnos, que generalmente dependen de la falta de información entre mercados o las restricciones comerciales. Un ejemplo de este tipo de arbitraje es la compra de acciones en una empresa de una bolsa de valores local, para venderlo en la bolsa extranjera.

En segundo lugar, el arbitraje de tasas de interés consiste en tomar prestado dinero a una tasa de interés baja y prestarlo a una tasa de interés más alta. En este caso, el inversor se encarga de aprovechar un instrumento de deuda extranjera que pasa una tasa de interés mayor a la que determina el mercado local. Por ello, mientras que el inversor compra instrumentos de deuda extranjera, cubre el riesgo del tipo de cambio a través de un contrato de futuros.

El arbitraje de fusiones es otros de los más habituales en el mercado a nivel global, y gira en torno a la compra de acciones por parte de una empresa que va a ser adquirida por otra, a un precio inferior al de adquisición. Precisamente por esto, el objetivo de este tipo de arbitraje consiste en beneficiarse de la diferencia de precio entre el precio de mercado de la acción y el de adquisición, que generalmente suelen estar marcados por una ligera diferencia de precio.

Por último, pero no menos importante, el arbitraje de tipos de cambio es otro de los más importantes, y gira en torno a la compra de una divisa en un mercado donde su tipo de cambio es bajo, para venderla en otro donde su tipo de cambio es alto. Recientemente vimos aquellos factores que pueden influir en la fluctuación de una divisa, algo de lo que se aprovechan los inversores para obtener ganancias a raíz de este concepto.

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Diego Sánchez Aguado

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