El accionista mexicano de Prisa llega de compras a España

Roberto Alcántara asegura que aprovechará los precios bajos de las empresas para sus nuevas adquisiciones

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Dice no tener miedo para invertir más y tiene ofertas de asociación con todo tipo de empresas en España. Roberto Alcántara, el principal accionista individual del Grupo Prisa desde el mes pasado, aprovecha la caída de valor de las compañías españolas para buscar nuevas oportunidades de compra.

Alcántara forma, junto a el venezolano Juan Carlos Escotet (Abanca) y el colombiano Jaime Gilinski (Sabadell), el trío de los mayores inversionistas latinoamericanos en España. Fundó el grupo Toluca, una empresa de transporte de autobuses interurbanos en México en los años ochenta que ahora se ha convertido en un holding que posee 10.000 autobuses y transporta a 340 millones de pasajeros al año. También tiene la línea aérea Vivaaerobus, una compañía en la que comparte accionariado con Tony Ryan, el propietario de Ryanair.

Negocio por tierra y aire

Alcántara, que ingresó al grupo Prisa en septiembre del año pasado, tiene una dilatada trayectoria en asociación con empresas españolas. Han llegado a un acuerdo con la fabricante de trenes CAF para participar en las licitaciones abiertas en varias líneas de tren de alta velocidad en proceso de licitación en México y trabaja con Indra en proyectos de telepeaje. Ahora aprovecha los bajos precios de las empresas españolas para estudiar nuevas adquisiciones y alianzas. “Tenemos ofertas de empresas en todas partes de España”, asegura el empresario.

Alcántara está dispuesto a invertir en negocios de diferente índole y no sólo se cierra al sector de transporte, donde ha crecido. “Siempre he estado pendiente de nuevos negocios. Vimos con preocupación que los vuelos de bajo coste podían afectar nuestra empresa, entonces, en vez de quedarnos de brazos cruzados, decidimos ingresar en ese negocio: lo mismo pensamos con la alta velocidad”, explicó Alcántara en la cumbre de la CEAL, una asociación de empresarios de América Latina que se celebra esta semana en Madrid.

Caída bancaria y amistad presidencial

Alcántara, uno de los empresarios más prósperos de México, se muestra exultante por ser el principal accionista individual en Prisa, ya que siempre ha sido uno de los periódicos que más ha admirado. Y no oculta la imagen idílica de la corporación a la que acaba de entrar. “Es un privilegio formar parte de esta empresa que ha trabajado por la difusión de valores, por mostrarnos nuestros problemas desde un punto de vista más humano, más respetuoso. Ni en mis mejores sueños me pude imaginar que algún día podía llegar a formar parte de Prisa”, explica el magnate mexicano.

Pero Alcántara no siempre estuvo en el olímpico de los negocios. El banco que presidió durante casi una década, Bancrecer, tuvo que ser rescatado con dinero público en 1.995. El reflote de la entidad, la quinta en tamaño en México en aquel momento, fue aprobado por el expresidente Ernesto Zedillo, que ahora ha ingresado en el consejo de administración del grupo Prisa de la mano de Alcántara.

Deuda de una autonomía

La entrada de los ejecutivos mexicanos comienza a girar el rumbo de la empresa. “Hoy Prisa es una empresa española y latinoamericana pero estoy seguro que muy pronto será más latinoamericana que española”, reconoce su consejero delegado, Juan Luis Cebrián.

Prisa atraviesa una delicada situación financiera y acumula una deuda de 3.400 millones de euros, superior a la deuda pública de comunidades autónomas como Asturias, Cantabria, Navarra o Extremadura. Pero Alcántara, normalmente sonriente, siempre optimista, está seguro de que vendrán tiempos mejores. “La empresa volverá a ser un buen negocio y alcanzará de nuevo la rentabilidad”, vaticina.

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