La banca no revisará el salario de los trabajadores por la inflación 

Desde Unicaja recuerdan que el salario de sus empleados está limitado por convenio a una subida del 1% y Caixabank advierte que no se revisarán hasta 2024  

Sede de CaixaBank, en Barcelona. Fotografía: CaixaBank

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La banca no contempla revisar los salarios de sus trabajadores pese al repunte de la inflación. El consejero delegado de Caixabank se mostró bastante claro durante le presentación de resultados, “nuestra plantilla y en general todo el sector bancario y el de las antiguas cajas de ahorro se rigen por un convenio que vence a finales de 2023. A partir de ahí habrá una negociación”, apuntaba Gonzalo Gortázar. 

El ejecutivo entiende que deben esperar hasta 2024 para tener en cuenta la situación de ese año y negociar con los sindicatos. Desde Unicaja defendían este mismo argumento solo unos días antes, también en la presentación de resultados del primer trimestre. El director financiero, Pablo González, destacó en la conferencia con analistas que el convenio colectivo por el que se rigen sus empleados limita el aumento de los salarios al 1%.  

Y por tanto, los gastos de personal del banco se adhieren al plan que trazaron tras la fusión con Liberbank. En concreto, prevén obtener un ahorro de 210 millones de euros en 2024 una vez se materialicen todas las salidas que acordaron en el ERE, que se cerró para algo más de 1.500 personas; Caixabank también mantiene el objetivo de ahorrar 940 millones por el plan de ajuste de plantilla que puso en marcha tras la fusión con Bankia.

De hecho, Gortázar comentó que este año ya prevén obtener un 80% de estos ahorros y los costes ya han caído un 26% este trimestre, por lo que servirá para compensar la inflación. Precisamente las plantillas de Caixabank y Unicaja son las que se han mostrado más críticas en los últimos meses con la dirección, a quienes le han pedido un pago extraordinario que compense la pérdida del poder adquisitivo que están teniendo ante la escalada de precios.  

Los tres sindicatos mayoritarios de Caixabank llevan pidiéndola desde que conocieron los resultados anuales del banco el pasado mes de enero, pero con más intensidad desde el estallido de la guerra de Ucrania en febrero. En la junta de accionistas que el banco celebró en Valencia a principio de abril también la pidieron. Los mismos calculan que el impacto económico para el banco podría suponen un máximo de 124 millones de euros, una cifra asequible para la entidad.  

En Unicaja, el sindicato CESICA también solicitó a la dirección del banco un “pago lineal” para todos los empleados que entienden, se pueden permitir, porque es la entidad que paga los salarios más bajos a la plantilla. Y recordaban que los salarios negociados en el convenio colectivo contemplan una subida del 0,75% en el 2022 y del 1% en el 2023, que ante “circunstancias imprevisibles” se deberían revisar.  

Las principales patronales bancarias (AEB y CECA) siempre han apostado por desvincular los salarios del IPC porque hasta hace un año la subida era mínima. Pero con el cambio de escenario, los trabajadores creen que tocará introducir nuevas medidas en la regulación del convenio. Sin embargo, el nuevo Convenio no se negociaría hasta 2024 y por eso pedían una respuesta anticipada por parte de sus direcciones.    

Desde FINE, una organización sindical del sector financiero, enviaron una carta a la nueva presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB), Alejandra Kindelán, y al presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), Isidro Fainé, para solicitar un incremento salarial para los empleados del sector financiero que compense la pérdida del poder adquisitivo. Incluso solicitaron una reunión que de momento no se ha producido. 

El consejero delegado de Sabadell, César González-Bueno, también descartó la idea de subir el salario a la plantilla por la inflación. El banco, que también ha llevado a cabo dos ajustes de plantilla desde 2020, aseguró que en el primer trimestre ya habían reducido los costes de personal en 13 millones de euros y a lo largo del ejercicio alcanzarán los 100 millones.  

Asimismo, para contener la inflación están llevando a cabo otras acciones como renegociar contratos con proveedores relevantes, para asegurarse que los aumentos de costes en el futuro sean razonables y manejables.  

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