La justicia de Barcelona retira a Clesa del consejo de administración de Cacaolat
Los administradores concursales solicitaron la medida alegando que habían hecho una “dejación total de sus funciones”. Los trabajadores del grupo aplauden la decisión, que creen que desatascará la venta de la compañía
El Juzgado de Instrucción número 7 de Barcelona ha acordado este jueves retirar a Clesa del consejo de administración de Cacaolat. Un extremo que habían solicitado los administradores concursales alegando que habían hecho una «dejación total de sus funciones» en sus esfuerzos por evitar el cierre de la compañía, según refleja el auto.
En el documento judicial se expone que los intereses de Clesa, accionista principal de la compañía de batidos catalana y propiedad de la familia Ruiz Mateos, son contrapuestos a los intereses de la empresa. Y es que con el proceso de venta en marcha han intentado colocar sus acciones, tal como recoge La Vanguardia, dos procesos incompatibles. El magistrado Raúl N. García Orejudo considera que se ha producido un «conflicto de intereses», sobre todo porque Clesa solicitó a principios de julio que el concurso de Cacaolat se acumule a su proceso judicial, que se instruye en el juzgado mercantil 6 de Madrid.
Una petición que entorpece más el proceso de venta de la compañía catalana que se ha puesto en marcha en Barcelona, que tiene el visto bueno de los trabajadores y la Generalitat. De hecho, los asalariados de Cacaolat ven en la última decisión de García Orejudo un filón de esperanza. “No paraliza la venta, la facilita”, ha declarado el portavoz de CCOO, Miguel Ángel Domínguez. Y es que aseguran que se tiene que vender cuando antes mejor, ya que a finales de julio Cacaolat había agotado su tesorería.
Con todo, el futuro de la compañía es turbio. En última instancia es el Tribunal Supremo quién tiene que determinar qué partido judicial, Madrid o Barcelona, toma las riendas del concurso de acreedores.
Activos de más de 250 millones
Cacaolat presentó el pasado 17 de marzo concurso voluntario de acreedores y el juez de lo mercantil de Barcelona lo admitió manteniendo tanto la gestión como la administración de la compañía. Según la administración, la compañía cerró 2010 con unos activos de más de 205 millones de euros, un activo circulante de 26 millones y un pasivo de 25, según datos de 30 de noviembre del año pasado.
Cacaolat posee centros productivos en Barcelona y Zaragoza, además de una delegación comercial en Tarragona y una red de distribución que abastece Cataluña, Aragón y Baleares.
