Santander y Caixabank arrancan el año con presiones para subir salarios 

Los sindicatos exigen a los bancos mayores subidas salariales en un contexto de elevada inflación

La presidenta de Banco Santander, Ana Botín. EFE

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La elevada inflación se ha convertido en uno de los grandes frentes de la banca para este comienzo de año. Los sindicatos mantienen la presión para que Santander suba los sueldos a toda la plantilla y también para que comiencen las negociaciones del convenio de la CECA, donde se agrupan las antiguas cajas de ahorros, con Caixabank como principal entidad.  

CCOO ha convocado varias protestas en diversas oficinas de Banco Santander para el jueves 12 de enero, con el objetivo de exigir que la subida salarial pactada en la renegociación del convenio sea efectiva para todos los trabajadores y no se aplique la cláusula de compensación de los complementos.  

Las protestas anunciadas en las sedes de Barcelona, Madrid, Bilbao, Sevilla y A Coruña están previstas para las 12 de la mañana, con una duración de una hora.  

No es el único frente abierto de subidas salariales al que deben enfrentarse las entidades en este comienzo de año, dado que los sindicatos también quieren abrir las negociaciones con la patronal de las excajas de ahorros, CECA, que habían retrasado a finales del año pasado.

Esta asociación agrupa a nueve entidades, con Caixabank y Unicaja como principales representantes, que se suman a otras con gran presencia regional como Abanca, Kutxabank, Ibercaja o Cajasur. En total, engloba a más de 59.300 trabajadores en 7.900 sucursales.  

La letra pequeña de la subida salarial pactada entre bancos y sindicatos

A finales de 2022, los sindicatos y la patronal bancaria AEB, que agrupa a los grandes bancos como BBVA, Santander o Banc Sabadell, pactaron en una renegociación del convenio una subida de sueldos del 4,5%.  

Sin embargo, la letra pequeña de este acuerdo hacía que en la práctica un elevado número de trabajadores del sector bancario no se beneficiaran de este pacto dado que la mayor parte de los empleados de banca cuenta con complementos voluntarios de las propias entidades que hacen que su salario sea superior al del convenio.  

De esta forma, al aumentar la parte del salario del convenio en la nómina de los trabajadores, lo que ocurría era que aumentaba el salario de convenio, pero disminuía el complemento. La activación de la cláusula de compensación hacía que la plantilla no viera, en general, una subida de sueldo.  

La subida pactada en el convenio no se ve reflejada en los sueldos con complementos adicionales.

Nuria Lobo, secretaria General de Políticas Sindicales del Sector Financiero en Servicios CCOO, explica a Economía Digital que con estas protestas esperan que Santander «reflexione sobre esta situación antes de cerrar las nóminas de enero».  

Lobo apunta que otras entidades como BBVA, Bankinter o Banc Sabadell han sido «sensibles» a la situación y han decidido subidas de 1.000 euros para cada empleado en los dos primeros casos y de 600 euros en el caso del banco catalán.  

En este contexto, Santander ha decidido no realizar una subida salarial a toda la plantilla, sino centrarse en los sueldos más bajos o en aquellos trabajadores que están fuera de convenio, a quienes subirá el sueldo 1.300 euros.

Cabe recordar que el convenio de banca estaba negociado hasta finales de este año, pero que atendiendo a las circunstancias excepciones de la elevada inflación, los bancos accedieron a reabrirlo para introducir mejoras salariales.

La negociación salarial en Caixabank

Los sindicatos también mantienen la presión sobre para que la CECA abra la negociación del convenio colectivo de sus entidades, con el objetivo de que siga la estela de la subida acordada con la AEB y posteriormente con las patronales de las cajas rurlaes Unacc y Asemec, con quienes también se acordó una subida del 4,5%.   

Fuentes de UGT apuntan que todavía no hay fechas para reuniones con la patronal de las antiguas cajas de ahorro, pero que esperan poder ir cerrando agenda para abrir negociaciones.  Actualmente, es el observatorio sectorial el que está analizando la situación, pero no ha habido reuniones de mesas de negociación.  

De esta forma, la subida de precios que puede suponer una oportunidad para las entidades bancarias por el posible aumento de comisiones al aumentar el precio de las compras y la subida de tipos del BCE, se convierte también en uno de los grandes retos para 2023 no solo por las previsibles turbulencias macroeconómicas sino también por las presiones para el aumento salarial.  

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