Ana Botín se juega casi diez nóminas a la acción del Santander

El incremento de participación en el último año equivale a un año y medio de salario de la presidenta del primer banco español

La presidenta del Banco Santander, Ana Botín.

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Los Botín están haciendo melé para tratar de lanzar el mensaje a la comunidad financiera de que la familia confía en el banco, tal como defiende esta semana Ana Botín en una entrevista en la revista Inversión. Tras las últimas adquisiciones de títulos, conocidas este lunes, la presidenta del Banco Santander acumula compras de títulos por cerca de 16 millones; una cifra que equivale a cerca de un año y medio de su salario anual.

Su exposición al banco está valorada en 97 millones; o algo menos de una década de su nómina anual. La primera ejecutiva del Banco Santander habría cobrado en 2018, de acuerdo con el informe de retribuciones, 10,48 millones, considerando tanto su salario en efectivo, como en acciones, como las aportaciones que realiza el Banco Santander a su plan de pensiones.

Sus últimas compras de acciones, además, refuerzan la posición sindicada de la familia en el capital del Banco Santander.

En este sentido, las adquisiciones de títulos de Botín, realizadas a través de la sociedad Cronje, habrían elevado la participación sindicada de la familia hasta el 0,562% . Un paquete de títulos valorado a los precios actuales en bolsa en más de 350 millones y que también ha ido a más en los últimos doce meses. En diciembre de 2018 era del 0,491%. Con la referencia del precio actual en bolsa, el incremento de participación habría requerido una inversión de aproximadamente 44 millones.

El hermano de la presidenta del Banco Santander, Javier Botín, preside el patronato de la Fundación Botín y, por tanto, ostenta la presidencia de la sindicatura de acciones desde el fallecimiento de su padre, Emilio Botín. Esta particularidad provoca que las compras que realice su hermana y que entren dentro del capital adscrito al pacto de accionistas, eleven también la participación que se le atribuye al ejecutivo en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Javier Botín, de forma individual, controlaría un 0,032% del Banco Santander.

Banco Santander, un 2019 intenso

Más allá de la inestabilidad bursátil, que ha sido negativa para todo el sector (a pesar que desde los mínimos de septiembre avanza un 11%, el Banco Santander todavía se deja más de un 4% en bolsa este año), el ejercicio ha sido muy intenso para la entidad. A principios de 2019, la entidad suspendió el fichaje de Andrea Orcel como número, abriendo otra vía de conflicto legal y dando una gran sorpresa al sector financiero; que contaba con la incorporación del banquero de inversión al consejo del banco.

Posteriormente, el banco tuvo que afrontar la negociación del ERE del Banco Popular, acompañado de un plan de cierre de más de 1.000 oficinas que ha concluido en noviembre, con el consiguiente impacto en sus resultados del segundo trimestre. En el tercero, fue su exposición a Reino Unido la que le pasó factura al ajustar el valor del fondo de comercio.

En los últimos días también se han producido movimientos relevantes para la entidad. Aunque Ana Botín se ha implicado directamente en el consejo del banco en Estados Unidos, que es uno de sus mercados objetivo, el banco va a tener que digerir la marcha de Scott Powell a Wells Fargo y comenzar a trabajar con su sustituto, Tim Wennes.

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