Moody’s pronostica una recuperación económica mundial débil para 2016

La agencia mantiene la estabilidad general de las deudas soberanas para el próximo año, y espera el resultado de las elecciones generales, en el caso de España, para variar su nota

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La agencia de calificación Moody’s considera escasamente «probable un cambio al alza generalizado en las calificaciones soberanas» de la deuda de los estados para 2016, según el informe global de prospectiva para el año próximo hecho público esta mañana en Londres. Las razones básicas cabe buscarlas en la «poco profunda recuperación económica» mundial. Es decir, el crecimiento mundial será débil, con la desaceleración de los países emergentes. 

El estudio muestra un ligero empeoramiento en relación con el año anterior. Así, el 75 por ciento de los países mantendrían estable su deuda (a finales de 2014 para 2015 era del 80%), mientras que sólo para el 8% es positiva. En cuanto al porcentaje de países con perspectiva negativa ha pasado del 13% a finales de 2014 al 17% actual.

Sin embargo, en el paisaje esbozado se destacan dos graves riesgos que podrían llegar a suponer una «influencia negativa» para los títulos de deuda de muchos países.

Mayor desaceleración

Los nubarrones en el horizonte podrían cuajar a partir de una «mayor desaceleración de la esperada en el crecimiento global», vinculada a la caída del producto interior bruto (PIB) de los países que hasta ahora han tirado de la economía mundial, en especial los asiáticos, con China e India a la cabeza, más los Estados Unidos.

Los escollos que apunta Moody’s podrían verse agravados por un «contexto de reducción del comercio mundial y de crisis de los precios de los productos básicos». De hecho, la desaceleración de China ha influido ya en  la caída de los precios de los productos básicos, lo cual, a su vez, ha debilitado el crecimiento de varias regiones.

Los bonos soberanos de América Latina, Asia Pacífico y África podrían sufrir las consecuencias, siendo las peores para los de los países de esta última región.

Tasas de crecimiento

El otro gran riesgo potencial para las calificaciones crediticias de los estados se deriva de los choques de flujos de capital que podría ocasionar un endurecimiento de la política monetaria de Estados Unidos, es decir, el aumento de los tipos de interés de la Reserva Federal (FED).

Desde 2008 la FED los ha mantenido del 0 al 0.25%. Pero en los pasados meses ha dado signos de proceder a un aumento a corto plazo. Diciembre o los primeros meses de 2016 podrían verlo consumado.

Recientemente, algunas instituciones, como el Banco Internacional de Pagos (BIS, en las siglas en inglés) han alertado de los riesgos de un largo período con bajos tipos de interés.

Aun así, y siempre según el análisis de Moody’s, las perspectivas de crecimiento de los grandes motores de la economía mundial para el año próximo son razonablemente estables.

Crecimiento de China

Estados Unidos crecerá alrededor del 3%, mientras que China se mantendría ligeramente por encima de los 6 puntos, algo que indicaría un nuevo retroceso en relación a 2015, y que incidiría en la necesidad, como apunta Moody’s, de continuar profundizando en reformas estructurales en el país. La India podría superar el 7% de crecimiento del PIB e Indonesia, otra de las grandes economías asiáticas, se quedaría en una cifra muy cercana al 5%.

China, actualmente con una deuda Aa3 y perspectiva estable para 2016, ha sido responsable, junto con Estados Unidos y la India, del 80 por ciento del crecimiento mundial durante los primeros meses de 2015.

Revisión de España tras el 20D

En el contexto de estabilidad que señala Moody’s, España deberá pasar la prueba crediticia de la agencia con posterioridad de las elecciones del 20 de diciembre.

Moddy’s debería haber revisado a mediados de octubre la deuda española, en suficiente medio (Baa2) pero con perspectiva positiva desde febrero de 2014. Sin embargo, llegado el día previsto en que debía pronunciarse, el 16 de octubre, no lo hizo.

El resultado de las elecciones generales, y la posibilidad o no de que varíe la política económica que emana desde la Moncloa, podrían influir en la puntuación. Otro factor a tener en cuenta es la potencial desestabilización política que genera el actual conflicto entre la Generalitat de Catalunya, en manos del independentismo, y el gobierno del Partido Popular, por ahora dispuesto a no ceder ante las demandas de los soberanistas.

Además de estos dos factores específicos para España, en el informe global de Moody’s también se señala que la deuda pública del Estado aumentará el año próximo aunque la presión no será sustancial debido a las buenas condiciones de financiación que mantiene el Banco Central Europeo.

Economía Digital

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