Un informe judicial sugiere que el ‘caso Valora’ fue una trama urdida para blanquear dinero

La auditoría revela que el consejero delegado adjudicó pérdidas a los inversores para disimular el fiasco de la compañía

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Una auditoría encargada por el juzgado de instrucción número 1 de Andorra a un censor de cuentas del gobierno revela que la sociedad de gestión patrimonial Valora SA, realizó, entre 2001 y 2007, numerosas y «sospechosas operaciones de dinero líquido como depósitos o retiradas de efectivo mediante cheques al portador o incluso transferencias internacionales sin ser declaradas y sin ningún tipo de control contable lo que suscita la pregunta inevitable de sí se respetaron las normas anti blanqueo de capitales y el terrorismo».

El gobierno auditó Valora 

El juez encargo la auditoria en 2010 al censor Phillippe Riu, en el marco de la investigación originada por la quiebra de la gestora patrimonial e inmediata intervención del INAF, el Instituto Nacional Andorrano de Finanzas. 

Valora se había declarado en quiebra en 2007 dejando un agujero de 25 millones de euros que correspondían al grueso de lo invertido en más de 400 cuentas de sendos inversores. Según una querella criminal presentada en los juzgados andorranos, la mayoría de esos inversores suscribieron productos financieros de Valora con dinero negro. 

El consejero delegado de Valora, imputado

Las conclusiones de la auditoria alcanzan directamente al consejero delegado de la sociedad, y actualmente imputado, Xavier Felipó Codina.

Según este informe, Felipó ordenó «la realización de inversiones especulativas a partir de la tesorería común y la asignación de pérdidas a posteriori, de manera arbitraria, para disimular sus pérdidas». La auditoría concluye que «falsificó y presento extractos falsificados a los clientes para disimular las perdidas». 

Un incendio, eliminó otras pruebas

El censor de cuentas del gobierno andorrano detectó una cuenta en Valora a nombre de un inversor identificado con la clave 777, «una cuenta que, en realidad, se correspondía con una caja fuerte en la entidad Fibanc a la que se trasmitían movimientos de dinero líquido».

Philippe Riu, que firma este informe de 41 páginas, recoge el hecho de que no ha podido profundizar más en su análisis dado que Valora «era habitualmente auditada por el bufete Deloitte» y que esta empresa no le pudo reportar toda la documentación precisa porque, casualmente , «se destruyó en un incendio accidental en sus archivos».

Economía Digital

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