Altia pulveriza los 10 millones de beneficio tras su expansión con Noesis en Portugal
La consultora que capitanea Tino Fernández cerró 2022 con una facturación récord de 167 millones de euros tras crecer casi un 33% en un año
Altia se desata. La consultora fundada y presidida por Tino Fernández ha cerrado su ejercicio fiscal 2022 con resultados récord. Según el avance de resultados que la compañía ha hecho público ante el índice BME Growth (el antiguo Mercado Alternativo Bursátil), su cuenta de resultados se encaramó a máximos históricos tanto en ingresos como en beneficios.
Y es que su cifra de negocio se disparó un 32,8% respecto a 2018, hasta situarse en los 167,2 millones de euros. Altia ha pisado el acelerador gracias, entre otras cosas, al empujón de Noesis. La consultora con sede en Oleiros desembolsó a finales de 2019 un total de 14,1 millones de euros por la firma lusa. Por aquel entonces su facturación rondaba los 70 millones de euros y solo un año más tarde (un 2020 marcado por el Covid-19) esta ya se situaba en los 130 millones de euros.
Desde entonces, Altia ha logrado redoblar un crecimiento que se traslada también a sus ganancias. No en vano, su ebitda (beneficio bruto de explotación) se elevó un 18,4% respecto a 2021 hasta alcanzar los 16,2 millones de euros. En la misma línea, el beneficio neto también se alzó un 16,6% respecto al año anterior y se situó en los 10,2 millones de euros.
En este sentido, sus beneficios crecen, pero a menor ritmo que su facturación. Es por ello que su margen neto ha retrocedido del 6,9% al 6,1%, mientras que el margen bruto ha hecho lo propio y ha pasado del 10,9% al 9,7%.
Split y dividendo
La compañía aclara que «este avance [de resultados] ha sido elaborado a partir de información todavía no auditada procedente de la contabilidad de la sociedad. Por tanto, aunque se considera que la definitiva no diferirá, la información que se presenta debe considerarse como provisional, sujeta a posibles cambios.
Tras engordar su balance en un 67,8% en un año, la compañía asegura que las principales magnitudes del mismo
«corroboran la buena salud financiera del grupo, que dispone de recursos significativos, con un crecimiento en los fondos propios del 13,6% y un incremento de tesorería de un 69,3%» al pasar de 17,6 a 29,8 millones de euros.
La nota negativa la pone su deuda financiera neta. Esta asciende ahora a 9,6 millones de euros frente a la posición neta de caja de 12,1 millones que registraba el año anterior. Altia asegura que este giro se debe a la «financiación necesaria para la compra de Wairbut y Bilbomática«.
En su comunicación al BME Growth también recuerda su plan para ejecutar un split por el cual una acción antigua se divide en diez nuevas, así como su propuesta para entregar un dividendo de 0,04 euros por acción una vez se ejecute este desdoblamiento de títulos.
«El pay-out del dividendo es del 26,9% del beneficio neto consolidado obtenido durante el ejercicio 2022 en la línea de ofrecer a los accionistas una retribución interesante pero dentro de una política prudente de autofinanciación», recalca la firma, que ya repartió 1,65 millones de euros el pasado mes de diciembre como dividendo a cuenta del ejercicio 2022.
