Desde hace no pocos meses se han intensificado los rumores internos en el diario La Vanguardia, el buque insignia de los negocios del Conde de Godó, sobre una eventual reestructuración interna que pasaría por la salida del actual director, José Antich. Ese eventual cambio supondría que Antich sería destinado a algún cargo empresarial más próximo al propio editor y de coordinación de los diferentes productos y divisiones de medios de comunicación que la editora catalana posee en la actualidad.
Desde la propia redacción del rotativo se hacen quinielas sobre quién supliría al actual director al frente del periódico. Los nombres de Enric Juliana, director adjunto con Álex Rodríguez, y de Rafael Nadal, colaborador externo, son los que tienen más posibilidades de desempeñar las funciones cuando esa decisión sea adoptada.
Juliana ha adquirido alto protagonismo ante el editor por sus crónicas políticas en las que narra las relaciones entre Catalunya y el poder central español. Es la solución interna por la que podría decantarse la familia Godó para sustituir a Antich. El actual director accedió al cargo en 2000, nada más iniciarse la segunda legislatura de José María Aznar con mayoría absoluta.
La opción de Rafael Nadal, que supondría un cambio en clave externa, enrocaría también con los cambios que los Godó han iniciado en el grupo editorial. Nadal es tertuliano habitual del programa de Josep Cuní, el fichaje estrella de 8TV, la televisión del grupo. Ex director de El Periódico de Catalunya, Nadal logró desde el rotativo de Antonio Asensio disputarle una parte del debate público a La Vanguardia durante su mandato.
Mientras Juliana es considerada una opción de perfil más convergente, la de Nadal enroca con un modelo periodístico sociovergente.
