El calendario y la normalización entre Cuba y Estados Unidos
La normalización de las relaciones Cuba-EEUU avanza, como no podía ser de otra manera, después de más de 50 años de hostilidad en un marco de diálogo positivo en el que el ritmo lo marcan la superación de viejos y nuevos obstáculos rodeados, parece que por azar, de algún que otro prejuicio.
Dos aspectos polémicos propios de este inicio –la salida de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo y la solución para el acceso bancario de la representación diplomática-consular cubana en Estados Unidos– parecen en vías de solución, o al menos cuentan con la buena voluntad de la administración Obama para ello.
Incluso el segundo, a estas horas, podría ser más determinante para la apertura de las respectivas embajadas y la designación de embajadores que el primero. Pues el tema de la polémica lista ya es casi un hecho, partiendo de las rutinas de su tramitación entre la Casa Blanca y el Congreso.
Se ha anunciado una nueva ronda de negociaciones Washington-Habana para el 21 de mayo en la capital norteamericana, no en París. Mayo es un mes polémico en Cuba por aquello de la república mediatizada que, bajo ocupación militar norteamericana colofón de la Guerra Hispanoamericana, nació un 20 de mayo de 1902. Tal vez por eso la nueva ronda sea el jueves y no el miércoles y hasta el anuncio de la decisión de cambiar el status de las dos «oficinas de intereses» sea en junio.
Hay prejuicios de todo tipo. Abril era un mes fatal para Washington por aquello de «Remember Girón,» en alusión a su derrota durante la invasión de Cuba en 1961 por Bahía de Cochinos; y mayo ya expliqué el matiz –de fecha negra– que tiene para muchos cubanos. Pero en junio es el cumpleaños de Raúl Castro y en julio ni hablar de los peces de colores para EEUU, por lo que significa ese mes para el socialismo local –el 26 de julio de 1953 es el día en que nace la revolución cubana– además de ser un mes estival.
Lo que sí parece posible es que para septiembre, cuando el Papa visite la isla, ya haya una solución al respecto. No sé si para que Francisco le dé la bendición o para que en ese marco el secretario de Estado, John Kerry, haga su primera aparición por La Habana en compañía de su homólogo canadiense y media CELAC. En fin, así parecen las cosas, según el calendario.
Por lo pronto, recordándoles a algunos el bonapartismo y a otros la fraternité, el presidente de los galos, François Hollande, en mayo, acaba de hacer una visita histórica a Cuba, oportuna para sus intereses y provechosa para París, La Habana y Puerto Príncipe.
Al mismo tiempo, en España lo más importante parece ser, además del guirigay democrático tras las recientes elecciones andaluzas y las inminentes municipales, la disputa entre la Liga de Fútbol y la Federación del mismo deporte. Mientras, los empresarios que juegan, o quieren jugársela, en el Caribe ven cómo les cuelan el gol casi en su propia puerta, si nos atenemos a aquello de «los nexos históricos» y a la pertenencia de Madrid y París a la UE.
¡Nada! Que no van lejos los de delante si los de atrás corren bien.