Esperando las próximas elecciones

Las elecciones de la Comunidad de Madrid son el preámbulo de las que se celebrarán en el año 2023; y éstas serán el preámbulo de las generales; y las generales serán el preámbulo de las autonómicas

Pedro Sánchez y Pablo Casado se saludan en la última reunión pública que mantuvieron en La Moncloa, el pasado el 2 de septiembre de 2020 | EFE/FV/Pool/Archivo
Pedro Sánchez y Pablo Casado se saludan en la última reunión pública que mantuvieron en La Moncloa, el pasado el 2 de septiembre de 2020 | EFE/FV/Pool/Archivo

La política española está sujeta al principio de que, entre elección y elección, solo queda espacio para la campaña electoral, que dura entre dos y cuatro años.

Cada triunfo electoral, debido a la fuerte fragmentación política, solo permite a aquel que gana las elecciones preparar el terreno para conseguir mejores resultados electorales en las siguientes.

Las elecciones de la Comunidad de Madrid son el preámbulo de las que se celebrarán en el año 2023; y éstas serán el preámbulo de las generales; y las generales serán el preámbulo de las autonómicas.

Es un círculo vicioso en el que la maquinaria política genera que los partidos no se centren en la acción de gobierno sino en aplicar estrategias electorales para conseguir ganar cada vez que se convocan elecciones.

Cuando la victoria electoral no consigue dotar poder de gobierno a aquel que gana las elecciones, el país sufre las consecuencias del empobrecimiento político y la dolencia de vivir ininterrumpidamente en un gran proceso electoral.

La victoria electoral del independentismo en Cataluña debería ser suficiente para formar rápidamente gobierno, pero solo ha servido para establecer una nueva disputa para determinar quién dominará la contienda electoral de las municipales, donde ERC se muestra como un partido cada vez más urbano y Junts per Catalunya cada vez más rural.

El Gobierno de coalición, el primero en la historia de la democracia española desde la Transición, en el que Unidas Podemos pretendía definir una decidida agenda social, va a servir como palanca para que el partido no se quede sin representación en la Comunidad de Madrid.

La clase política española se siente confusa y superada por la gestión de la pandemia

El salto de Pablo Iglesias de vicepresidente a candidato es la imagen perfecta para demostrar que para un político resulta más interesante ser candidato que participar en los consejos de ministros.

Toda la política española se define sobre la base de lograr los mejores resultados electorales y no dejar espacio para la acción de gobierno.

Mientras la clase política española se siente confusa y superada por la gestión de la pandemia, a su vez, se siente segura del mensaje electoral que quiere hacer llegar a sus votantes.

Mientras esperamos las siguientes elecciones, vamos advirtiendo que la vulnerabilidad política española no se debe a que tengamos malos políticos sino al hecho de que éstos solo están preparados para afrontar unas elecciones tras otras y no para asumir la acción de gobierno.

Director de la Fundación Romea para las Artes escénicas.
Fèlix Riera