Expectativas electorales

El objetivo de los ciudadanos los políticos que los representan se centren en problemas esenciales como el paro o la vivienda

Una terraza de Barcelona cerrada al público | EFE/Archivo
Una terraza de Barcelona cerrada al público | EFE/Archivo

Las expectativas electorales no son las mismas para los partidos que concurren a las elecciones que para los ciudadanos que irán a votar. Esta desincronía redunda en la cada vez más ostensible separación entre la sociedad y la clase política.

Las expectativas de los partidos políticos en las elecciones autonómicas catalanas se centran en hacer evolucionar la cuestión catalana para que aterrice definitivamente a la realidad. Tanto las fuerzas independentistas como las constitucionalistas buscan, el día después de las elecciones, superar la parálisis institucional de los últimos tres años.

Es un objetivo coincidente entre formaciones políticas contrarias pero sabedoras de que una legislatura más en blanco, sin capacidad para impulsar políticas, es un alimento muy deseable para el crecimiento de los populismos.

Sin embargo, el objetivo de los ciudadanos es que, tras las elecciones, los políticos que los representan se centren en abordar problemas esenciales como son el paro, la vivienda, la vacunación, las ayudas europeas y, sobre todo, la lucha contra la desigualdad social.

Para muchos ciudadanos, los problemas que creen tener los votantes independentistas ya no existen, si lo hicieron algún día.

La sociedad demanda recuperar el control de la situación política catalana, no para seguir hablando sobre la voluntad de ser, la identidad o la represión política, sino sobre cómo se va a responder al cierre definitivo de sus comercios, cuándo recibirán las ayudas del Estado, cuánto tiempo tardarán hasta poder vacunarse o cómo se atenderá a las pensiones, ahora que la Unión Europea exige una rápida reforma para afrontar la crisis económica.

Las expectativas de los partidos políticos siguen centrando principalmente sus esfuerzos a seguir dando vueltas sobre el conflicto independentista que los ciudadanos han superado ya no consideran prioritario.

El 13% de los votantes de ERC son partidarios a renunciar a la independencia

Según reflejan las encuestas, incluso el 13% de ERC, el 4% de Junts per Catalunya o el 8% del Pdecat son partidarios a renunciar a la independencia de Cataluña.

La campaña electoral demuestra hasta qué punto las expectativas que tienen puestas los candidatos siguen siendo alimentar el conflicto, bien para detenerlo, bien para seguir utilizándolo como herramienta política partidista.

Muchos ciudadanos ya han detectado los efectos negativos de esta situación y buscarán combatirlos, aunque pueda parecer una paradoja, con la abstención de voto. La única forma de evitar esta abstención ciudadana es centrar la campaña en cómo superar la crisis económica y sanitaria.

La única manera de evitar convertir el partido de la abstención en el gran triunfador de la elecciones es afrontar los problemas que tiene la sociedad en su escala humana, el ciudadano.

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