Catalunya pedirá otro ‘rescate’ de 18.000 millones a Madrid

Mas-Colell pasará controles quincenales y se exigirá el cierre de embajadas

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La Generalitat de Catalunya volverá a recurrir al Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), administrado por el Ministerio de Hacienda de Cristóbal Montoro (PP), para financiarse el próximo año.

Que Madrid iba a ser el único banco disponible para el govern de Artur Mas (CiU) durante 2013 era un secreto a voces. La alternativa es la suspensión de pagos, visto el cerrojazo de los mercados de deuda.

Sin embargo, la cifra de este segundo rescate se puso sobre la mesa el jueves pasado. Serán 18.000 millones, según ha confirmado a Economía Digital el gobierno central. La cantidad prácticamente equivale a dos puntos del producto interior bruto (PIB) español.

Negociaciones

Ambas administraciones iniciarán una ronda de contactos para allanar el terreno a la próxima reunión entre Mas y el Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (PP), que dará luz verde a la ayuda. El préstamo del FLA supondrá costes adicionales para Catalunya.

Se baraja un tipo de interés medio del 2,5%, aunque dependerá de cómo el Gobierno logre los recursos que necesitan la Generalitat y otras comunidades. Probablemente, el Tesoro subastará deuda para el fondo gubernamental, aunque también se pedirá a la banca que aporte recursos.

Sin ‘café’ para todos

El FLA tiene una reserva de 23.000 millones para 2013, por lo que sólo Catalunya absorberá aproximadamente el 80% de los recursos. Las necesidades del Govern suponen una desviación considerable en las previsiones de Montoro.

El resto de comunidades que en 2012 se han financiado con este instrumento repetirán, probablemente, en los próximos meses. No habrá margen para las demás con los 5.000 millones que quedarían. Apenas daría para Andalucía.

Plazos

Por esta razón, Hacienda propondrá abonar el préstamo en varios plazos, mientras busca más liquidez. Los vencimientos previstos para Catalunya en los próximos 12 meses ascienden a 10.000 millones. La cifra incluye 2.300 millones en intereses acumulados. Además, en abril vencen 2.307 millones en bonos patrióticos.

Sólo el coste financiero de los créditos contraídos por la Generalitat antaño superan en más de 600 millones el déficit permitido para el próximo ejercicio.

Impuestos

La Generalitat precisará 6.000 millones más para gastos corrientes, entre los que se incluye una partida de 2.400 millones destinada a nóminas. Sólo el capítulo uno de los presupuestos catalanes superará las necesidades totales de financiación de otras comunidades, como Castilla La Mancha o Aragón.

En este contexto, Convergència i Unió (CiU) ha iniciado la negociación con Esquerra (ERC) para presentar en marzo las cuentas públicas al Parlament.

Recortes

Se recortarán 4.000 millones más aunque los ingresos crecerán en proporciones menores. Si Mas-Colell logra desplegar la batería completa de nuevos impuestos, la Generalitat recaudará 1.000 millones extra.

Las dos fuerzas políticas también esperan que la Comisión Europea flexibilice a España la reducción del déficit para 2013. En ese caso, exigirán que se traslade la revisión a las autonomías. Mas-Colell considera asumible el 2,3%.

¿Más controles?

La supervisión de Madrid sobre Barcelona será mayor, porque el acceso al macro crédito del FLA comportará condiciones. Mas-Colell pasaría controles quincenales. Pero habrá exigencias que superarán el campo financiero. Catalunya sólo podrá mantener sus embajadas si cumple con el objetivo de déficit.

No se trata de una circunstancia pensada sólo para la Generalitat, pero se le invitará a que reubique a sus funcionarios en el extranjero en las sedes de la diplomacia española.

Duran gana peso

Artur Mas empieza el mandato con Madrid predispuesta al diálogo, aunque las condiciones para lograr el dinero que precisa la Generalitat chirrían con los acuerdos firmados con Oriol Junqueras (ERC) para la gobernabilidad.

Josep Antoni Duran Lleida (CiU) recupera relevancia con el objetivo de suavizar las contrapartidas y en ese camino, Mas pidió diálogo a sus consellers a los dos minutos de nombrarles. Horas antes se trasladó la cifra de 18.000 millones a Hacienda.

Ismael García Villarejo

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