Errejón se apunta al referéndum

El número dos de Podemos propone una ''agenda común'' para conectar el soberanismo con el cambio en España

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Los independentistas catalanes cuentan con un aliado en Madrid. Iñigo Errejón propone crear una «agenda común» para conectar las «dos grandes oleadas» que han sacudido el mapa político, el soberanismo y el cambio en España que se propugna desde Podemos. El número dos de este partido asegura que la derrota de unos perjudicaría a los otros.  

Errejón lo dijo así de claro en un debate público con Xavier Domènech, diputado de su misma formación, y Josep Lluís Carod Rovira, ex secretario general de ERC y ex consejero en jefe de la Generalitat en el primer tripartito. El acto se realizó este miércoles en el auditorio del Espacio Francesca Bonnemaison de Barcelona, lleno a rebosar, con multitud de personas que no pudieron entrar por falta de aforo.  

Un «elemento exótico tropical» que habla en catalán

Carod Rovira abrió el debate con un guiñó a Errejón, al que definió como un «elemento exótico tropical» porque «por primera vez desde Adán y Eva un político español habla catalán». Efectivamente, el madrileño Errejón domina la lengua de Cinto Verdaguer casi a la perfección.  

De entrada, Carod lanzó un capote a Podemos y, al mismo tiempo, una puya a ERC cuando advirtió que «es un error cargar contra gente que defiende derechos democráticos. El adversario de un independentista de izquierdas no puede ser un autodeterminista de izquierdas [en referencia a Errejón]. Quién defiende lo contrario no entiende que las alianzas nos hacen más fuertes». Con estas palabras, Carod crítico al partido que él mismo lideró por atacar a los dirigentes de Podemos que se definen autodeterministas, pero no independentistas.  

Errejón precisó que no es un independentista pero que no se opone a que Cataluña tenga un Estado propio: «mi proyecto no es de independencia pero es posible la independencia». Insistió en que «la única posibilidad de transformación democrática del Estado español pasa por el reconocimiento de su plurinacionalidad».  

Errejón asegura que todo referéndum es legítimo

Aseguró que «todo referéndum que se haga es legítimo» y que, en cambio, «no tiene legitimidad quién está cerrando todas las puertas», en referencia al gobierno de Mariano Rajoy. Dijo que el Estado español nunca se ha caracterizado por una «sensibilidad que le lleve a reconocer los resultados de una consulta» de este tipo.  

Abogó por la conexión entre lo que denominó «proceso nacional democrático en Cataluña» y el cambio en España, que comenzó con el 15-M, porque en su opinión no es posible la victoria de ninguno de los dos por separado. O ganan los dos o pierden ambos. Por este motivo, propuso una colaboración, una agenda común. También dijo que una derrota del «procesó catalán» supondría una «involución democrática» en España.  

Las intervenciones de Errejón fueron las más aplaudidas, incluso por parte de los cargos republicanos que acudieron al debate, como Marta Rovira, actual secretaria general. También había una nutrida representación de dirigentes de Podemos, entre la que destacaba Jéssica Albiach, la más errejonista del parlamento catalán, o Gerardo Pisarello, primer teniente de alcalde de Barcelona.

Propone alianzas y dejar de machacarse  

El público independentista aplaudió a rabiar a Errejón, especialmente cuando propuso que debían tejer alianzas entre los soberanistas catalanes y los que como Podemos buscan el cambio en España: «seremos adversarios electorales, pero no adversarios estratégicos». Pidió que «se deje de utilizar el referéndum como una arma política para tirárnoslo unos contra otros». Lo dijo en más de una ocasión: «necesitamos alianzas», cuando la realizad es que entre los que defienden el referéndum frecuentemente «nos machacamos».  

El número dos de Podemos advirtió que no se conseguirá «la independencia o la soberanía» si cada paso que se da hacia este objetivo no supone avances sociales. Xavier Doménech coincidió con este criterio.  

No todo fueron elogios, Errejón entró en las contradicciones de los independentistas y en su búsqueda de un enemigo exterior que representan en Madrid, cuando Madrid «también es la ciudad de Carmena». El público que asistió al debate estaba formado mayoritariamente por independentistas, que salieron encantados con Errejón. Lo consideran uno de los suyos, aunque no se definió como independentista, pero si «plurinacionalista» y partidario del derecho a decidir.

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