Rajoy enfría la reforma de la Constitución

Pedro Sánchez defiende una reforma constitucional en 2018 mientras que Mariano Rajoy subraya las condiciones

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Nunca como en este 39 aniversario de la Constitución ha estado sobre la mesa su reforma con tanta intensidad. El desafío catalán ha dado más argumentos a Pedro Sánchez para reclamar la reforma, cuyo debate ya pactó con Mariano Rajoy. Sánchez insiste, lo hizo este miércoles en el Congreso, pero Rajoy respondió poniendo énfasis en los peros y preguntando por la financiación autonómica.

El aniversario de la Constitución en la cámara baja transcurrió con normalidad, también en el discurso de los principales líderes políticos. Sánchez, que en los últimos años se ha adueñado de la bandera de la reforma, metió prisa a Rajoy. Puso 2018 como fecha clave para “trabajar en la actualización de la Constitución”, de la que el PSOE hace un balance “positivo pero también autocrítico”.

Como respuesta al procés, para apoyar la aplicación del artículo 155 en Cataluña, Sánchez pactó con Rajoy hablar de la reforma constitucional. El líder socialista se lo apuntó como un éxito, pero el presidente del Gobierno ya le echó agua al vino al destacar que la comisión de evaluación del Estado autonómico no es vinculante. Ya se verá.

Pedro Sánchez ve 2018 como la fecha clave para reformar la Constitución; Rajoy solo ve peros

Este 6 de diciembre, Rajoy siguió con sus peros, matices y condiciones. No se cerró a hablar de reforma constitucional pero empezó por resaltar su plena vigencia, así como la del artículo 155, “plenamente democrático”. Dejó claro, al hablar de la reforma, que el PP no es favorable a ella, al decir que “hay partidos” que la defienden, en tercera persona.

Luego están las condiciones y matices: amplio consenso, puesto que “sería un disparate” aprobarla solo con mayoría, y con “una idea clara de lo que hay que hacer”, como en las últimas ocasiones, subrayó. Pero el más importante, es que no se puede primar a los independentistas.

Rajoy hablará con Sánchez siempre y cuando la reforma no tenga como objetivo “contentar a aquellos que lo que quieren es liquidar la Constitución y que han afirmado que están dispuestos a cumplirla de ninguna de las maneras”.

Sánchez busca el encaje de Cataluña y Rajoy responde que no premiará a los que quieren romper la Constitución

Es decir, nada de hablar de un mejor encaje para Cataluña, porque sería visto como más privilegios y un premio a los promotores de la ruptura. Rajoy coincide con el discurso de Albert Rivera, que ha advertido al Gobierno y al PP en numerosas ocasiones de que la reforma no puede beneficiar a Cataluña, pero no con el de Sánchez, que busca precisamente mejorar el encaje catalán.

La archienemiga de Sánchez, Susana Díaz, ya se encargó de recordarle al secretario general de su partido que lo tiene crudo. La presidenta andaluza dijo en el Congreso que no ve posible la reforma esta legislatura, por falta de voluntad del PP: «Rajoy está en estado puro y no es precisamente un reformista convencido, dispuesto a poner toda la carne en el asador para dar a este país un modelo que garantice la convivencia otros cuarenta años”.

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