Moncloa desvincula la reforma del delito de sedición de la aprobación de los Presupuestos

En las negociaciones con ERC para la aprobación de las cuentas públicas este tema no se ha tratado, según admiten miembros del Gobierno en privado

Rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Foto: Pool Moncloa/Fernando Calvo

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La negociación para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para el próximo curso alcanza un hito esta semana tras superar su primera prueba -el registro de enmiendas a la totalidad-, pero el Gobierno sigue sin querer hacer caso al elefante en la habitación: la reforma del delito de sedición de la que Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) exige hablar.

Moncloa quiere enfriar la patata caliente en la que se ha convertido ese punto, además por dos motivos: uno, el no tener atada la mayoría absoluta que requiere un cambio en una ley orgánica como es el Código Penal; y dos, mucho más importante en estos momentos, porque quiere centrarse en la aprobación de las cuentas públicas.

Fuentes del Gobierno, en privado, admiten que «si hay que hablar sobre eso se hará cuando toque. No se está vinculando a los Presupuestos«. «Ahora mismo [las negociaciones entre el PSOE y ERC continúan] no se está hablando de eso. No está vinculado. Una cosa sigue su curso y la otra a ver. Tampoco está vinculado a la negociación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ)», señalan voces del Ejecutivo.

De hecho, esas reuniones sobre el órgano de gobierno de los jueces están en «su fase final», la «más difícil», y en ningún caso se ha puesto sobre la mesa el delito de sedición.

Los PGE, la «prioridad»

Los socialistas se están afanando en difundir este mensaje. Si la jornada anterior la portavoz orgánica del PSOE, Pilar Alegría, no escatimó en incidir en que Moncloa «siempre» ha defendido la misma postura y que «no se da» una mayoría parlamentaria para poder cambiar el delito, este martes la portavoz del Gobierno, la ministra Isabel Rodríguez, no se anduvo con grises. Ha sostenido en la tradicional rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que la «prioridad» de la coalición no es esa sino la tramitación y negociación de las cuentas públicas para el próximo curso.

La postura oficial y en público de Moncloa es tan acotada que la propia Rodríguez fue preguntada hasta en tres ocasiones por los periodistas y en las tres contestó lo mismo: «No hay novedad» y que «la posición del Gobierno la marcó el propio presidente durante su discurso de investidura». No es más que lo que ha repetido, de hecho, Pedro Sánchez en los últimos días: la homologación del Código Penal a los países del entorno europeo.

Esa misma línea siguió la ministra portavoz. «La posición del Gobierno es la que es y no puede hablar por otros grupos políticos», subrayó una y otra vez, por mucho que se le hiciese ver que la mayoría de esos partidos necesarios no están por la labor de bloquear una hipotética reforma del delito.

Pero Moncloa sólo dará el paso si lo tiene atado y bien atado. De momento, y con los objetivos puestos en otras leyes clave, tendrá que esperar.

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