Primera baja en el gobierno de Quim Torra

El conseller de Acción Exterior, Ernest Maragall, renunciará el martes que viene para centrarse en su papel de alcaldable de ERC en Barcelona

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Quim Torra tiene la primera remodelación de su gobierno a la vuelta de la esquina. El conseller de Acción Exterior, Ernest Maragall, presentará su renuncia al president el martes de la semana que viene, para centrarse en su papel de candidato de ERC a la alcaldía de Barcelona, de cara a las municipales de mayo de 2019.

La de Maragall es una baja largamente anunciada, que solo faltaba concretar cuándo se produciría. El conseller, que ha hecho el anuncio este martes en una entrevista en TV3, viaja esta semana a Washington para reabrir la delegación de la Generalitat en Estados Unidos, y, tras su vuelta, formalizará su salida del gobierno catalán.

Su relevo no está confirmado, pero el favorito es Alfred Bosch, el actual jefe de filas de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona, en una operación que serviría para compensar al dirigente municipal después de ser reemplazado a dedo como alcaldable pese a haber ganado previamente las primarias sin oposición.

Choques con Borrell

La de la delegación de Washington forma parte de la primera tongada de reaperturas de delegaciones de la Generalitat desmanteladas por el gobierno de Mariano Rajoy durante el periodo de aplicación del artículo 155. La reactivación del aparato de acción exterior del gobierno catalán ha sido la principal de las tareas a las que se ha dedicado Maragall durante sus meses de conseller. De momento, ya ha reabierto las de Berlín, Londres y Roma, y tras la de Washington, estará pendiente todavía la reapertura de las de Francia y Suiza.

El departamento de Acción Exterior es uno de los frentes más tensos en la relación entre el ejecutivo de Torra y el de Pedro Sánchez, y los encontronazos entre Maragall y el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, los más ásperos entre miembros de ambos gobiernos. Borrell ha llevado a los tribunales la reapertura de ese primer paquete de delegaciones porque la Generalitat no comunicó previamente al Gobierno su activación, como es preceptivo.

Segundo bloque de embajadas

Para el segundo bloque, que prevé oficinas en los Balcanes, Países Bálticos, Portugal, Mediterráneo, Europa Central y Países Nórdicos, la Generalitat sí ha cumplido con ese requisito. Y Exteriores ha dejado clara su incomodidad en un informe no vinculante que no recomienda su reapertura, aunque ha admitido que la decisión corresponde al gobierno catalán. Eso sí, Borrell advirtió que, si las delegaciones no se ciñen a las competencias que les reconoce la ley, también recurrirá a los tribunales. Ese, de la semana pasada, ha sido hasta ahora el último choque entre el ministro y el conseller.

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