Qué gana y qué pierde Pedro Sánchez con la moción de censura

Sánchez sólo tiene garantizada una ventaja en ganar: visibilidad y situarse en el escaparate en una situación de liderazgo sumergido

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Conviene preguntarse lo que gana y lo que pierde el secretario general del PSOE si sale adelante su moción de censura o si es derrotado. En realidad, Pedro Sánchez solo tiene garantizada una ventaja en ganar. Pero no es menor: visibilidad y situarse en el escaparate en una situación de liderazgo sumergido. Casi clandestino.

Eso explica las prisas, impidiendo incluso los plazos para una eventual disolución del Parlamento por Mariano Rajoy. Quizá hubiera sido más razonable exigirle su dimisión, como paso previo a la censura. Ni siquiera espero el formalismo, tan importante en democracia —mucho más en el partido de los militantes que prometió Sánchez— esperando el comienzo de la reunión de la comisión ejecutiva. Pero, ¿quién le puede reprochar a un náufrago que no pida permiso para subirse a la tabla de salvación?

Unos meses de telediario es un premio importante para quien no tiene vidriera

Unos meses de telediario es un premio importante para quien no tiene vidriera. Aunque sea casi metafísicamente imposible gobernar sin acuerdos previos con 84 diputados y sumergidos, de hecho, en plena campaña electoral.

El único alivio de Sánchez, en estos parámetros, es que venimos de muchos meses de postureo legislativo, con excepción de la aprobación de unos presupuestos, que salvo maniobra del PP en el Senado, se los va a tener que comer con patatas fritas quien los ha puesto a los pies de los caballos.

Compañeros de viaje

No está claro que el precio de estas ventajas merezca el riesgo que puede deparar el apoyo sobrevenido de soberanistas catalanes y Bildu. Pero, ¿quien dijo que a Sánchez no le apasiona el riesgo, con el paracaídas de que no conjuga el verbo dimitir al calor de las catástrofes políticas?

No estamos tan lejos de la situación italiana. Solo que estamos en la fase previa de liquidación del sistema de partidos, que allí lo solucionaron por el sistema de Mano Puliti. Corrijo, salvando las distancias, Gürtel, Púnica y ERE de Andalucía, puede ser un remake de la película que rodaron los jueces en Italia.

No estamos tan lejos de la situación italiana, sólo estamos en fase previa de liquidación del sistema de partidos

Con la brújula imantada y la opinión pública succionada por el deseo de sacar a Rajoy a cualquier precio, solo nos faltan unas horas para conocer el desenlace de una crisis que puede tener enormes consecuencias para el futuro de España.

Las casas de apuestas todavía no nos permiten sacar premio con este asunto.

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