Rivera se ofrece como gran controlador del gobierno de Rajoy

El líder de Ciudadanos invita al PSOE a desbloquear la formación de gobierno

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Albert Rivera aprovechó su intervención en el debate de investidura como un hombre de Estado que ha sido forzado a pactar con el Partido Popular y apoyar la investidura de Mariano Rajoy, en contra de sus promesas electorales, por el interés general.

Con la imagen de hombre sereno y útil, Rivera enumeró los acuerdos a los que llegó con el Partido Popular para apoyar la investidura. Ni siquiera Rajoy fue tan detallista al explicar los puntos programáticos. Rivera quiso dejar claro que no se fía de su socio y por ello exigió medidas para que los políticos implicados en casos de corrupción deban dejar sus cargos cuando son imputados (a pesar de que en el acuerdo no se especifican los delitos implicados).

Los ataques a Podemos

Rivera fue criticado por Pablo Iglesias por haber renunciado a sus promesas electorales para apoyar un nuevo gobierno de Mariano Rajoy. «Es el chicle de MacGyver de este régimen: sirve para todo», espetó el líder de Podemos.

El líder de Ciudadanos aprovechó su intervención para devolver el golpe. Afeó que Iglesias «haya insultado a Felipe González y a Adolfo Suárez» mientras que utiliza como ejemplo de hombre de Estado a Arnaldo Otegui.

El líder de Ciudadanos pidió a Pedro Sánchez el desbloqueo político y apeló al acuerdo alcanzado entre PSOE y Ciudadanos. Reconoce que no será fácil pero recordó el espíritu de los hombres de la transición. Pero no todo fueron buenas intenciones. Lamentó que el PP sea un partido imputado por corrupción.

«No me gusta y estoy seguro que a los votantes de PP tampoco que el partido esté inmerso en estos casos de corrupción», aseguró. Pero, ante la imposibilidad de otra alternativa –a juicio de Rivera—lleva a Ciudadanos al mal menor y Rivera ha optado por esta opción.

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