Roldán acusa a Torra de "blanquear" el terrorismo en el Parlament

La operación policial saldada el lunes con la detención de nueve miembros de los llamados Comités de Defensa de la República (CDR) acusados de terrorismo, rebelión y tenencia de explosivos, ha incendiado este miércoles el debate de política general que se celebra en el Parlament, y ha propiciado un agrio encontronazo entre la líder de Cs en Cataluña, Lorena Roldán, y el presidente de la cámara, Roger Torrent (ERC).

Roldán protagonizado una intervención durísima con Torra, centrada en la grave irresponsabilidad en la que a su juicio incurre el president cuando jalea a los CDR y desacredita la investigación, las detenciones y las acusaciones que pesan sobre los detenidos. Por no faltar, no faltaron ni referencias al terrorismo de ETA.

Roldán incidió en la participación de las exconselleras Laura Borràs y Elsa Artadi, ambas de JxCat, en una manifestación en defensa de los detenidos en las que se cantó «pim, pam, pum, que no quede ni uno» frente a un cuartel de la Guardia Civil, y reprochó los flirteos de los líderes independentistas con el coordinador de Bildu, Arnaldo Otegi, o con exmiembros de Terra Lliure como Carles Sastre, condenado por el asesinato del empresario José María Bultó.

«Dejen de banalizar el mal, de blanquear a los terroristas», advirtió la diputada, que recordó que «en este país ya hemos visto derramada demasiada sangre» y que «la guardia civil ya ha estado señalada por los totalitarios». Y, para que quedara más claro a qué se refería, sacó una fotografía del atentado de ETA en 1991 a la casa cuartel de la Guardia Civil en Vic en el que fallecieron 10 personas y resultaron heridas otras 44.

Llamadas de atención de Torrent a Roldán

El primero de los toques de atención de Torrent llegó cuando Roldán, dirgiéndose a Torra, se refirió a los CDR como «sus comandos». Y la segunda, cuando, tras aseverar, en relación a los independentistas, que «los demócratas no dan golpes de estado», calificó al presidente catalán de «peligro público para los ciudadanos».

«Hay expresiones que no permitiré de ninguna manera y que sobrepasan todos los límites que nos hemos fijado en esta cámara», trató de zanjar Torrent, que advirtió a Roldán que si la llamaba al orden una tercera vez tendría que retirarle la palabra. Aún así, la diputada insistió aún una última vez al final de su intervención con la expresión «sus comandos», lo que propició un nuevo toque de Torrent, que, pese a todo, evitó cumplir su amenaza.

Finalizada la intervención de la jefa de filas de Cs, su correligionario Carlos Carrizosa protestó y prolongó la discusión. Carrizosa alegó que si el presidente de la Generalitat se dedica a alinearse con personas acusadas de delitos tan graves, en un parlamento se le puede calificar de peligro público, y Torrent le retiró la palabra y le cortó el micrófono.