Soraya pide a Mas que no vea fantasmas en los registros de Convergència

No hay conspiraciones ni campañas electorales soterradas. La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría aseguró que la investigación a la fundación Catdem, dependiente de Convergència, no es un ataque del gobierno a los independentistas en las vísperas judiciales.

«Las actuaciones judiciales no entienden ni de partidos ni de fechas electorales», ha asegurado este viernes la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. La vicepresidenta ha pedido a Artur Mas «que no busque culpables fuera de sus filas sino dentro. Ahí es donde hay que demostrar si los hay o no», ha asegurado la vicepresidenta.

¿Show mediático?

Los círculos de Convergència ya apuntan a que los registros de la Guardia Civil obedecen a una estrategia del gobierno que quiere debilitar a la agrupación de Artur Mas y a sus partidos confluyentes en la candidatura de Junts pel Sí.

Pero el gobierno de Mariano Rajoy ha desmentido que las inspecciones tengan alguna relación política. «A lo largo de estos meses y años, las investigaciones han trascendido de alguna u otra manera. Esto ha afectado a todas las formaciones», ha asegurado Sáenz de Santamaría. «El verdadero debate que preocupa a la ciudadanía es el referente a la lucha de la corrupción», añadió.

Diez años después de la denuncia de Maragall

El Gobierno asegura que el partido de Artur Mas tiene una «actitud victimista» ante las nuevas investigaciones que recaban datos y documentación sobre una presunta trama corrupta que cobraba comisiones del 3% a través de la fundación de las obras públicas que adjudicaba el gobierno catalán.

El asunto, que fue denunciado justo hace diez años por Pasquall Maragall en sede parlamentaria, ha vuelto a la escena política catalana. El gobierno de Rajoy ha pedido a Artur Mas y a su partido que  «deje trabajar a los policía y jueces».