Madrid pierde todos sus bares míticos: este local con más de 50 años cierra definitivamente
Cada vez son menos los bares y restaurantes clásicos que sobreviven en el centro de la ciudad
Los bares típicos de Madrid van cerrando
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La ciudad de Madrid se caracteriza por su ambiente, ideal para salir a tomar algo y disfrutar de sus numerosas tapas. Si hay algo que atrae a millones de turistas al año es su aspecto castizo que se puede respirar en cualquier taberna de la ciudad. Sus bares, únicos en el mundo, son parte del patrimonio e historia de la capital de España.
De hecho, hay barrios y zonas donde este ambiente se intensifica, como puede ser el caso de La Latina, Tirso de Molina, Malasaña, el Barrio de las Letras o Chamberí, con su famosa calle Ponzano. Terrazas, barras y música condecoran estos lugares que se llenan de amigos, parejas y familias para disfrutar de un rato agradable.
No obstante, desde hace unos años, parece que esta esencia que diferenciaba a Madrid del resto de lugares se está perdiendo. Muchos bares míticos están cerrando, dando paso a las grandes franquicias. Estos movimientos provocan que se pierda parte de la personalidad del sitio, provocando que lo local desaparezca por completo.
De hecho, los vecinos del barrio de Tirso de Molina, ubicado a 10 minutos de la Puerta del Sol, se han encontrado con una triste noticia: va a cerrar un mítico bar con décadas de historia, un rincón que todos los fines de semana se llena de personas para tomar el aperitivo, hacer la previa de la cena o degustar sus platos a la parrilla que tanto le caracterizaban.
El último bar que anuncia su cierre en Madrid
50 años hace que ‘La Carpa’ abrió sus puertas en Tirso de Molina. Ahora los vecinos, totalmente sorprendidos, vieron el local cerrado, con sus míticos neones apagados y un cartel en la puerta que anunciaba su cierre «por jubilación», tal y como han publicado diversos usuarios por Redes Sociales. Antes, cuando algún bar cerraba por la jubilación del dueño, solía pasar a algún familiar dispuesto a continuar con el negocio. Ahora, es mucho más difícil mantenerlos con vida.
En el año 2023, CaixaBank realizó un estudio en España sobre bares y cafeterías. En ese año, había en el país 148.200 establecimientos de este tipo, lo que supone una caída de 34.715 locales respecto a 2013. Esta reducción refleja una tendencia que se ha ido produciendo en los últimos años, marcada por factores como el relevo generacional, cambios en los hábitos de consumo, el impacto de la pandemia y la creciente competencia de nuevos formatos de restauración de comida rápida.
En el centro de la ciudad es normal que los establecimientos de comida rápida predominen por delante de otros, pero esta estrategia se está extendiendo por los barrios, como puede ser Carabanchel. Donde había un bar de comida tradicional, conocido por su ambiente castizo y familiar, ahora hay un establecimiento de comida rápida.
Aunque aún quedan bares tradicionales, su número disminuye considerablemente cada año. Frente a ellos, crecen los negocios franquiciados, pensados más para el consumo rápido que para el encuentro. Y con ellos, poco a poco, se va borrando parte de la historia cotidiana de Madrid.
