Cinco Villas: la ruta gastronómica que nadie se puede perder en Aragón

La Ruta de las Cinco Villas es uno de los recorridos más sabrosos por la provincia de Zaragoza, un viaje por los aromas y sabores de los vinos, quesos, embutidos y mieles

Castejón de Valdejasa es la patria chica del escabechado. Foto Tío Nicasio

Es un catálogo de sabores que muchos creían olvidados, la posibilidad de degustar productos auténticos y elaborados con un cuidado que solo se alcanza con la tradición artesanal.

Estamos hablando de la ruta gastronómica de las Cinco Villas, uno de los seis recorridos que cuenta la provincia de Zaragoza para rescatar su legado de alimentos, bebidas y tradiciones.

Esta ruta se extiende desde Zaragoza en dirección a Navarra, un recorrido por pueblos y localidades que despliegan una de las despensas mas variadas de Aragón, regadas por las aguas del Pirineo al norte y del Ebro al sur.

Se trata de probar sus productos de panadería y agricultura ecológica, como los quesos, nueces, aceites y escabechados, que se complementan con visitas a los museos que permiten explorar la historia de sus elaboraciones.

Quesos y miel

Según la dirección de turismo de la Diputación, este camino se puede iniciar desde Tauste, donde se encuentra Tauste Ganadera, la mayor explotación de ganado vacuno de España (y una de las más importantes de España).

Colmenares de El Romeral

La compañía es una importante productora de leche, y los quesos que se pueden degustar en su planta son un pasaporte a los sabores más auténticos de estos derivados lácteos.

En esta localidad también se encuentra el colmenar El Romeral, que presenta una miel de una excelente calidad.

La patria del escabechado

Gran parte de esta ruta se vertebra en torno a la A-127, pero poco después de salir de Tauste se recomienda desviarse cinco kilómetros hasta Castejón de Valdejasa por la A-1102, célebre por su tradición del conejo escabechado, entre otros productos de conserva que brilla en abril con la Feria del Escabechado.

La tradición del escabechado en conejos, pollos y perdices se siente en el pueblo de Castejón de Valdejasa

Varios de ellos, como el paté de hígado de conejo, la perdiz o el pollo escabechado se pueden probar en Casa Nicasio, un establecimiento de 1880 que ofrece catas con vino de la región.

Conejo escabechado deshuesado. Foto Tío Nicasio

De olivos y embutidos

Por la CV-851 se llega a Sierra de la Luna, tierra de olivos, viñas y almendras donde la Cooperativa Agraria San Sebastián elabora vino de garnacha de vides centenarias y aceite de oliva ecológico.

Un poco más al norte está Erla, donde Cárnica García Semper ha rescatado antiguas recetas de embutidos como la de la butifarra blanca, las brochetas y la longaniza de Erla.

Los sabores de Ejea de los Caballeros

Girando al oeste se arriba a Ejea de los Caballeros. La visita a esta localidad se puede iniciar con productoras vitivinícolas como Bodegas Ejeanas, que en su museo ofrece catas o maridajes con platos típicos de Aragón, o la de Señorío Cinco Villas, que combina la tradición enológica con los últimos avances tecnológicos.

La Botillería, espacio promovido por Señorío Cinco Villas. Foto Cyan

La cultura de la miel también está presente en esta villa. Así se demuestra en la Apícola Cinco Villas, que además de degustaciones permite el proceso de extracción y elaboración de este dulce manjar en sus aulas y el obrador.

En Ejea de los Caballeros se pueden probar quesos, vinos, miel y hasta caracoles de los productores locales

¿Alguien dijo quesos? Pues en Ejea de los Caballeros están las elaboraciones tradicionales del Pirineo aragonés de Indumilk, y los amantes de los gustos exóticos pueden conocer la granja de caracoles de Helix Exea, una de las más importantes de España.

En tanto Nueces Ramón Puyod propone conocer los campos de nogales en plena floración y conocer las complejidades de este fruto seco.

En Ejea de los Caballeros el Museo Aquagraria abre las puertas a la historia agrícola de la región con una colección de tractores y maquinarias única en el país, mientras que el Museo Etnológico Miguel Longás también propone viajar por los oficios tradicionales a través de la exposición de instrumentos y herramientas del campo.

Exposición de maquinaria agrícola. Foto Museo Aquagraria

Agricultura ecológica

Tras dejar Ejea de los Caballeros se llega a Pinsoro, sede de la compañía familiar Las Cardelinas, dedicada a la agricultura ecológica y que elaboran recomendados zumos de frutas.

En las excursiones guiadas se detalla cómo los pequeños agricultores pueden emprender nuevos métodos agrícolas respetando el medio ambiente, con visitas que son diferentes en cada estación del año.

Sábada es la parada siguiente, pero antes se sugiere desviarse a Biota para probar los embutidos de Jamones y Carnicería Ezquerra, de Jamones Río Arba y las elaboraciones de la Quesería de Biota, con tentadores productos de leche de oveja.

Aquellos sabores de antaño

Una vez en Sábada se puede conocer el Molino Ecotambo, que cultiva y produce harina de trigo y espelta bajo pautas sostenibles, como su arroz ecológico.

Arroz ecológico de Molino Ecotambo. Foto Diputación de Zaragoza

En este pueblo la Panadería Julio y Yolanda recupera las tradiciones de las tortas como las de manteca, de rodilla, los doblericos, los mantecados y las magdalenas, que se degustan en la visita al obrador.

En el pueblo de Luesia sobreviven los boliches, una especie de judía autóctona sin piel

En Uncastillo hay que probar los vinos ecológicos de Bodegas Uncastellum, y aquí también se producen patés vegetales como los de la Conservera del Prepirineo.

La A-1202 llega hasta Luesia, patria chica de los boliches, una especie de judía autóctona sin piel, que fue rescatada por un grupo de agricultores jóvenes.

Sos del Rey Católico es otro punto clave en esta ruta gastronómica, como dan fe los chocolates de Pastelería Delfín Puente.

Museo Micológico de Isuerre

Bordeando el río Onsella la carretera A-2603 lleva a Isuerre, donde está el Museo Micológico, que permite introducirse en el fascinante mundo de las setas, en una localidad que patrocina jornadas gastronómicas, degustaciones y talleres; última parada de esta sabrosa ruta de aromas y sabores por la provincia de Zaragoza.

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