El «Gran Cañón de Europa»: un paraíso natural en el corazón de la Provenza francesa

Es conocido como el "Gran Cañón de Europa" y en él podrás encontrar paisajes impresionantes en la naturaleza más profunda

Las gargantas del Verdon en la Provenza francesa

Las gargantas del Verdon en la Provenza francesa. Foto: Oficina de Turismo de Martigues Le départ de la D23 se trouve sur la route de Castellane à 800 m du village. Cette route panoramique de 23 km vous ramène au village après avoir parcouru les crêtes du Grand Canyon. Les 14 Belvédères dévoilent les falaises mythiques du Verdon et offrent des points de vue inoubliables du Grand Canyon. Sur ce circuit routier, en à peu près une heure, vous surplomberez le légendaire Verdon et découvrirez des points de vue incomparables comme la «Carelle»,»l’Escalès» ,»la Dent d’Aire» ou «Guègues»; jusqu’à 700m de vide sous les pieds… Vous découvrirez au fil de «votre échapée» la faune locale (vautours, chamois, …), la flore, ainsi que les grimpeurs qui parcourent les falaises du canyon.

Entre las montañas de los Alpes franceses, un río serpentea con aguas de un intenso color esmeralda, tallando uno de los paisajes más espectaculares de Europa. Las gargantas del río Verdon, conocidas como el “Gran Cañón de Europa”, ofrecen un espectáculo natural incomparable, perfecto para los amantes de la naturaleza, los deportes al aire libre y la tranquilidad que solo un entorno protegido puede brindar.

Un río que esculpe maravillas

El río Verdon, con sus 172 kilómetros de longitud, nace en los Alpes de Alta Provenza a más de 2.500 metros de altitud. Este caudal cristalino desciende entre valles y montañas hasta crear un desfiladero impresionante, considerado uno de los cañones más espectaculares de Europa. Sus aguas de color esmeralda, resultado de los minerales que transporta, contrastan con las paredes de caliza anaranjada que flanquean su curso.

A lo largo del tiempo, el río ha dado forma a un paisaje único que combina naturaleza virgen y belleza escénica, haciendo de este rincón un destino ideal para una escapada inolvidable.

El río Verdón en los Alpes de Alta Provenza, conocido como el "Gran Cañón de Europa"
El río Verdon en los Alpes de Alta Provenza. Foto: La Provenza y la Costa Azul de Francia

Explorando las gargantas del Verdon

A tan solo dos horas de ciudades como Niza o Marsella, las gargantas del Verdon se extienden como un profundo tajo natural que divide las montañas y ofrece vistas imponentes. Este desfiladero no solo es un atractivo visual; también es un paraíso para los aventureros.

El sendero Martel, una de las rutas más populares, recorre 15 kilómetros por la ribera derecha del río. Durante el trayecto, los excursionistas atraviesan túneles, descubren cuevas como la Baume-aux-Boeuf, y admiran formaciones rocosas como las pirámides de piedra o el estrecho de los Caballeros. Además, el punto conocido como La Mescla, donde el río Artuby se une al Verdon, es un lugar que merece una pausa para contemplar el poder de la naturaleza.

Para quienes prefieren explorar el cañón desde el agua, el lago Sainte-Croix-du-Verdon es el lugar perfecto. Desde sus orillas se pueden alquilar kayaks, barcas a pedales e incluso botes a motor, ideales para navegar entre las imponentes paredes del desfiladero.

El lago Sainte-Croix-du-Verdon
El lago Sainte-Croix-du-Verdon. Foto: Francia Turismo

Pueblos que se asoman al abismo

El Parque Natural del Verdon no solo alberga paisajes espectaculares, sino también pintorescos pueblos que parecen sacados de una postal. Entre ellos destaca La Palud-sur-Verdon, situado a 700 metros sobre el nivel del mar. Este pequeño pueblo ofrece vistas panorámicas inigualables del cañón desde sus miradores y es un lugar tranquilo para quienes buscan escapar del bullicio urbano.

Otro destino imperdible es Moustiers-Sainte-Marie, catalogado como uno de los pueblos más bonitos de Francia. Situado al pie de un acantilado, este lugar destaca por su singular belleza. La estrella de oro que cuelga entre dos rocas sobre el pueblo es uno de sus símbolos más icónicos, visible desde sus estrechas calles empedradas y su iglesia románica de Nuestra Señora de la Asunción.

Ambos pueblos son puntos de partida ideales para explorar las gargantas del Verdon y disfrutar del encanto pastoral de la región.

El pueblo de Moustiers-Sainte-Marie
El pueblo de Moustiers-Sainte-Marie. Foto: Francia Turismo

Un destino para los sentidos

Además de su riqueza natural y cultural, las gargantas del Verdon ofrecen una experiencia sensorial única. El aire puro de la montaña, el sonido del agua fluyendo entre las rocas y los colores vibrantes del paisaje crean una atmósfera de serenidad que enamora a quienes lo visitan.

Para llegar, la opción más recomendada es viajar en coche desde Niza o Marsella. Este medio de transporte permite no solo acceder al cañón, sino también recorrer cómodamente los pueblos y miradores que se asoman al río.

El Gran Cañón de Europa: un lugar para descubrir

Las gargantas del Verdon no son solo un destino, sino una experiencia completa que combina aventura, naturaleza y cultura. Desde los desafiantes senderos hasta los apacibles paseos en barca, cada rincón de este parque natural promete sorprender y cautivar.

Ya sea para una excursión de un día o para un fin de semana prolongado, este enclave de la Alta Provenza es un recordatorio de la majestuosidad de la naturaleza y un refugio perfecto para quienes buscan desconectar y reconectar con lo esencial. Sin duda, el “Gran Cañón de Europa” es un lugar que merece ser explorado al menos una vez en la vida.

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