Viana, dos opciones para comer bien en el corazón del Gótico de Barcelona

Estos dos restaurantes hermanos ofrecen una relectura moderna de las recetas clásicas españolas con porciones de buen tamaño

Linguine con pulpo, gambas, mejillones y calamarcitos, uno de los platos de Viana

Linguine con pulpo, gambas, mejillones y calamarcitos, uno de los platos de Viana. Foto: Viana

La gran mayoría de los locales de restauración de Las Ramblas de Barcelona y alrededores, lamentablemente, piensan más en ofrecer una propuesta pensada más en el turismo que en los residentes o en los que buscan una alternativa de más categoría.

Pero por suerte hay excepciones, aunque hay que saber encontrarlas. Y Viana es una de ellas. Este restaurante, que cuenta con dos locales (c/ Vidre 7 y Escudellers 24) se abre camino entre tanta franquicia con una cocina que busca “una relectura de las recetas españolas clásicas”, junto con algunas influencias internacionales, pero con el respeto por los productos de temporada y los ingredientes de proximidad; nos cuenta Miguel Bermúdez, uno de sus propietarios.

Viana (cuyo nombre homenajea a la población gallega Viana do Bolo) pertenece al grupo gastronómico que también tiene al Arume, al Cera 23 y al Louro (de los que hablaremos en otra ocasión); todos ellos en los barrios Gótico y Raval.

Calificaciones positivas

Dada su ubicación, a pocos pasos de la Plaza Real, es lógico que en los Viana haya una constante afluencia de turistas, por lo que las noches de los fines de semana pueden estar un poco atiborrados. Solo hay que tener algo de paciencia.

Por lo visto, los comensales se van contentos: según nos apuntan, los Viana han sido elegidos entre los 100 mejores restaurantes de España por los usuarios de la plataforma El Tenedor durante dos años, al alcanzar calificaciones de 9,7 y 9,6 sobre 10. Nada mal.

Durante dos años Viana estuvo entre los 100 mejores restaurantes de España, según las calificaciones de El Tenedor

A juzgar por el tamaño de las porciones, se sugiere que los entrantes y tapas sean para compartir, para poder conocer mejor la variedad de su cocina.

Zamburiñas con pisto de verduras, mayonesa de azafrán y crujiente de pan de ajada de pimentón
Zamburiñas con pisto de verduras, mayonesa de azafrán y crujiente de pan de ajada de pimentón. Foto: VIANA

Los entrantes de Viana

En nuestro caso, tras un aperitivo de frutas y vegetales como un arrolladito de mango con pepino, probamos la burrata con tomates cherry, guacamole y vinagreta de frutos secos. Quizás un purista diría que la pasta del aguacate pisado eclipsa al queso blando, pero el resultado no está mal.

También probamos un exquisito pulpo asado con gambas y ajada de pimentón, que resaltaba los orígenes gallegos de sus propietarios.

En este apartado también se encuentran opciones como las zamburiñas con pisto de verduras, el carpaccio de presa ibérica con láminas de provolone, el ceviche de pescado y gambas, el tataki de salmón con mayonesa de kimchi, las croquetas caseras de ibéricos o bien de pulpo y calamares en su tinta; y los daditos de atún marinados con soja, entre otros.

Los platos son una relectura de la cocina española
Los platos son una relectura de la cocina española. Foto: Viana

Llegan los platos fuertes

Nos llamó positivamente la atención que a los principales los presenten como ‘platos fuertes’, y no es porque vayan a estar condimentados, sino por la generosidad de sus raciones.

Al ver las fotos de la carta, no pude resistir la tentación de probar un meloso de ternera sumamente tierno, con berenjena asada, puré de boniato y canela y cebollitas confitadas, mientras que mi esposa le salió al pescado del día (era merluza), con humus de berenjena, tahina y pack choi (col asiática).

Aquí entran otras creaciones de carnes como la costilla de ternera Black Angus con parmentier de patatas y espárragos a la parrilla, el cordero a baja temperatura con tabulé y hummus; y el entrecot ‘cube roll’ de ternera argentina (de 250 o 350 gr) con brócoli, patatas y setas.

Los principales presumen de buen tamaño
Los principales presumen de buen tamaño. Foto: Viana

Pero hay más para salir bien satisfecho: el bacalao con salsa de naranja sanguina, manzana y chips de espinaca y yuca; la paella del señoret, el arroz ‘carnaroli’ cremoso con seta de temporada y foie; y el linguine con pulpo, gambas, mejillones y calamarcitos con su tinta.

Ya en los postres, presentados con justicia como ‘final feliz’, pedimos la torrija con helado de vainilla y salsa inglesa; en un capítulo donde se encuentra el trío de chocolates, la tarta de queso al horno con crumble, coulis y helado de vainilla; y la relectura del tiramisú llamada bicamisú.

La carta de vinos está bien dotada con DO de diversas regiones de España, con una lógica deriva por las gallegas y catalanas, como Ribeira Sacra, Rías Baixas, Ribeiro, Monterrei, Valdeorras en las primeras; y Costers del Segre, Priorat, Terra Alta, Penedés, Montsant, Alella y Conca de Barberá en las segundas.

Su propuesta destaca entre los restaurantes del Gótico
Su propuesta destaca entre los restaurantes del Gótico. Foto: Viana

El precio medio de los Viana es de 35 a 40 euros, una opción bastante interesante que destaca entre las propuestas turísticas de este rincón del Barrio Gótico.

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